Continuando nuestra serie de artículos sobre hábitos alimenticios y cómo puede mejorarlos, el enfoque del presente es hábitos durante la tercera edad.
El envejecimiento resulta en una reducción en sus requisitos calóricos, pero sus requerimientos para las vitaminas y minerales se mantienen. Para satisfacer sus requisitos y no sobrepasar su necesidad de calorías, debe escoger comidas con una mejor densidad nutricional, lo cual ha sido discutido en nuestras columnas anteriores. Esto es abundancia de nutrientes en comparación con las calorías contenidas.
Para muchos, hay factores sociales que dificultan sus prácticas alimenticias. Teniendo que comer sola, o tener problemas en los dientes, los ojos, o el ánimo, resulta en menos interés en alimentarse. Trate de programar tiempos sociales que incluyan comidas sanas.
Por ejemplo, pueden reunirse un grupo para almorzar o cenar y cada cual llevar un platillo con abundantes nutrientes. Trate de repetir los hábitos que le gusten y que cumplan las mejores recomendaciones; agregue variedad y placer a la hora de comer.
Inicie su día con un buen desayuno, con por lo menos 1/3 de sus calorías para el día, agregando una porción de fruta, y una de verdura. Una porción de fruta o verdura es más o menos el tamaño de un puño. Seleccione granos integrales, los cuales incluyen cebada, avena, arroz integral y harina integral (lo cual no es blanco sino de color moreno). Y no olvide ejercitarse.