En decoración hay estilos para todos los gustos.
Estilo clásico
El refinamiento y el lujo de una decoración clásica otorgan un aspecto suntuoso al hábitat. Un interior clásico presenta aspectos elegantes y trabajados únicos, nada convencionales. Todo ello para crear un ambiente cálido y acogedor que transmita tranquilidad e incite al descanso. El estilo clásico apuesta por la belleza y por la sofisticación.
Uno de los elementos básicos de una vivienda decorada al estilo clásico es la madera de cerezo, de haya o de roble. La porcelana, las plantas y las flores son otros elementos que no pueden faltar en un hábitat clásico.
Tonos claros, lisos, aportando elegancia y distinción a la estancia y aumentando la luminosidad. Estos tonos ayudan a agrandar visualmente el espacio.
La iluminación es un aspecto esencial. Debemos iluminar las estancias de una forma suave. Para ello es recomendable el uso de bombillas de baja intensidad o de tulipas en las lámparas que filtren y dosifiquen la luz.
Los colores que son más afines con este estilo de decoración tranquilo y sensible son los colores crema. Verdes, grises o incluso amarillos. Eso sí, siempre de un tono suave, nada llamativo. Tonos suaves. La elección depende la atmósfera que quieras darle a tu interior.
Estilo rústico
Este estilo posee un toque auténtico y único y nos permite una enorme libertad en la composición decorativa.
El estilo rústico es una excelente opción si lo que buscamos conseguir es un ambiente relajado y alejado de las modas.
La base de este estilo es acercar el estilo más campechano y volver a lo tradicional huyendo de las nuevas tendencias decorativas ultramodernas. La base del estilo rústico es acercarnos al estilo del campo. Es importar el estilo de las casas de pueblo a la gran ciudad.
Estilo moderno o minimalista
Minimalista no quiere decir inhabitado. Ni muchísimo menos. El estilo minimalista, lejos ser algo sin sentimientos, permite exprimir todos los matices de nuestra sensibilidad y de nuestra inspiración.
Liberado de todo artificio, el espacio y los objetos en él presente toman una significación particular. El estilo minimalista está indicado para todos los amantes de la simplicidad, de la serenidad y de la sobriedad.
Estilo mediterráneo
El estilo mediterráneo se basa en una premisa muy clara: dejar que el sol inunde toda la vivienda. El color y el calor del estilo mediterráneo proporcionan un ambiente de alegría y de ganas de vivir enorme. A grandes rasgos, se trata de una decoración relajada y cálida que transmite un poco el estilo de las vacaciones.
Colores que ayuden a proporcionar mucha luz como el blanco, el aguamarina, el ocre y el verde oliva son los más apropiados para las paredes. Además, tenemos que conseguir crear una decoración despojada, sin mucha recarga de elemento y cálida, logrando crear así un lugar donde se mezclan fantasía y realidad.
Suelos de terracota o de madera, techos que dejan las vigas a la vista, patios interiores, azulejos o mosaicos son algunos de los elementos muy presentes en la decoración al estilo mediterráneo.
El hierro forjado (en lámparas, espejos, marcos, etc.) también es un elemento indispensable para poder crear una decoración mediterránea.
Decoración distendida, sin complicaciones, imaginativa, sensible a las materias naturales o características de la zona, así es la decoración al estilo mediterráneo.
Fuente: www.bricodecoracion.com