- Los grupos de actores presentaron una variedad de temas y recursos dramáticos en el X Festival Nacional de Teatro Popular realizado en León
Para comprender la importancia de que quince grupos de teatro de todo el país presenten sus trabajos en este X Festival Nacional de Teatro Popular en la ciudad de León, debemos definir primero y de una manera sustancial lo que entendemos por teatro popular.
Una obra como Romeo y Julieta en la actualidad no es considerada una obra popular, sino teatro clásico, para un público que sabe de teatro. Pero en la era isabelina, el teatro de Shakespeare pertenecía al teatro popular. Bajo qué condiciones este autor dejó de ser popular para convertirse en un teatro de élite, un teatro que dejó de ser del pueblo, para ser privilegio de unos pocos.
Eso es precisamente lo que entendemos por teatro popular, aquella expresión dramática de creatividad innata, pura, única y original de un pueblo, que desde el ámbito habla de la vida del pueblo, para que lo vea y lo escuche el pueblo.
Algunos teóricos del teatro, desde sus balcones bellamente tapizados y los grandes decorados escenográficos, tildan al teatro popular de tener poco o nada de valor artístico; de un teatro improvisado, que representa historias cotidianas, que se acomoda en cualquier lado, una plaza o un parque; pero nada más cruel y mentiroso que eso.
Todas las obras universales hunden sus raíces en la cultura popular, porque la identidad de pueblo nace de la cultura y la cultura hace al pueblo. Qué hubiera sido de Sófocles sin los mitos del pueblo griego. Cómo Juan Rulfo hubiese creado Comala y su mundo de aparecidos sin tener a mano la cultura popular mexicana. Es por eso que el folclor se define como ser social en un estar de compartir en colectivo las costumbres y creencias, que se convierte en acervo histórico, en sabiduría popular.
Y éste es precisamente el mayor mérito del Movimiento de Teatro Popular Sin Fronteras, mantener en todo el país un sintagma verbal del teatro nacional: crear con el cuerpo, imaginar desde el escenario, expresar las emociones de la vida contemporánea con el gesto, el maquillaje, la máscara, pero sobre todo y lo más vital: devolverle el teatro al pueblo, su creador y gestor.
Una vez definida la importancia del carácter popular del X Festival Nacional de Teatro, hablemos de la calidad, pongamos el dedo en la llaga. El teatro popular nicaragüense trabaja la creación dramática con el Método de Creación Colectiva, método que es un éxito en América Latina, prueba de ello son los grupos: Escambray de Cuba, el Rajatabla de Venezuela o el Roque Dalton de El Salvador.
Todos los grupos que participan en el festival trabajaron un tema central: los derechos sexuales y reproductivos en Nicaragua. De éste se desprendieron temas específicos como: la sexualidad y la doble moral, la desinformación y los mitos sexuales, la homosexualidad, el sexo desde la perspectiva de género, el aborto terapéutico.
Con todas las puestas en escena queda clara la calidad grupal, el trabajo en equipo, la investigación y el acopio de información; así como la selección de la historia y los personajes, el cruce de conflictos y el objetivo temático que aflora en el hilo argumental que se establece a partir del análisis del fenómeno sexual como contradicción social. Pero sobre todo, logra desde el escenario cuestionar las ideas que atacan el entorno sexual, desmitificar el pensamiento del espectador hacia una reflexión íntima y personal
Las propuestas escénicas logran problematizar la realidad, con humor, con rebeldía, con la verdad, con la justicia, con la crítica mordaz, con los símbolos, el juego escénico y el diálogo con su doble sentido. Existe pues, un dominio del Método de Creación colectiva que es crear desde el escenario, pensando en el pueblo.
Si hablamos de la calidad estética, partamos del derroche de creatividad, de la búsqueda artística del dominio escénico, del cuerpo como símbolo sexual, de la morfología actoral, del uso del color en una construcción pictórica, de la importancia que le dan a la música, que enarbola las partes en un todo.
En este décimo festival se percibe una preocupación por la calidad, que aflora en una madurez teatral, a través de crear una propuesta estética del teatro nacional. Un teatro con calidad temática y dramática que guste, que divierta, que emocione, que lleve al espectador hacia una pensamiento crítico, como afirma el maestro Atahualpa de Cioppo: El teatro de hoy debe expresar la comunicación de los hombres entre sí.
El X Festival Nacional de Teatro por los derechos sexuales y reproductivos de Nicaragua se realizó en la ciudad de León, del 16 al 18 de mayo, contando con la participación de los grupos: Quiligüis y El Bosque de Pueblo Nuevo; Guanacaste, Vientos de Esperanza, Cha y Sacuanjoche de Managua; Lilicayán, Chispitas y Quetzalcoatl de Matagalpa; Gucumat y Los Chamanes de Estelí; Raza de Ahuizotes de Jinotega; Capullo y Capullitos del Lagartillo y Pánico de Risa de Ciudad Sandino, así también el grupo Madre Tierra, de artes visuales de León.
Organizaron este X Festival el Movimiento de Teatro Popular sin Fronteras (Movitep-SF) con un énfasis especial en procesos de creación y expresión artística participativos como expresión de la problemática social que vive el país y la región y el auspicio de FED FORUM SYD de Suecia, RTERRE DES HOMMES de Alemania y la UNAN de León.