- La artista visual habla de su arte y magisterio, cómo ha venido creando los ciclos de talleres y grupos de crítica, Tajo y La Espora para jóvenes, y los resultados del último de sus proyectos, la exposición de la pintura emergente de Centroamérica
El maestro Rodrigo Peñalba y los pintores del Grupo Praxis vivieron sus grandes retos, fundaron las bases de la modernidad de la pintura en Nicaragua, la que estableció su tradición.
En la actualidad las necesidades del arte contemporáneo plantean la búsqueda de identidad, un arte emergente con lecturas más amplias, con nuevos actores y maestros. Entre estos retos aparece Patricia Belli, controversial, ecléctica en su arte, y fundadora de los ciclos de talleres y grupos de crítica, Tajo y La Espora.
Constructora del pensamiento crítico del grupo Tajo y La Espora, Patricia Belli, ha hecho surgir a nuevas figuras como el joven Wilbert Carmona, ganador dos veces de la Bienal de Artes Visuales de la FOG; Oscar García, con un premio en el certamen costarricense de Inquieta Imagen y Noel Saavedra, ganador del primer lugar del certamen Retratos de Darío.
Otros en la lista destacan con su arte crítico, jóvenes como Elizabeth Tijerino, Norlan Gutiérrez, Alejandro Flores, Julissa Moncada, y la nueva revelación costeña, Michael Hammond, los cuales han sido partícipes de los ciclos de talleres que ella imparte.
La reciente propuesta de PECA (Pintura Emergente de Centroamérica), que salió del barrio Campo Bruce, viajó por Centroamérica y retornó a su lugar de origen, exploró una pintura conceptual, expresionista y de indagaciones psicológicas.
Esta propuesta de PECA demuestra una diversidad alentadora de propuestas, claras, que se asoman a un panorama más tolerante, abordando el estereotipo de la identidad regional y contemporánea. La que en lo personal ha abrazado un arte más ecléctico, integrador de lenguajes como el arte objetual, instalación, arte público, o pintura que se piensa, conjugando experimentalmente varios lenguajes, como los antes descritos, valora Belli.
¿En qué expresiones incursiona actualmente?
Estoy trabajando con objetos, esculturas, instalaciones; muchos de ellos de desechos encontrados, pero que los estoy adornando con escarchas; muchos de estos objetos son industriales asociados a lo masculino o femenino, a la decoración, como botones, peluches; o llantas de carros, hule, pero que no están asociadas a la estética preciosista.
¿Qué significa buscar nuevas propuestas?
A lo interno diría. Digamos que no estoy pensando abrir nuevos caminos en el arte de Nicaragua, sino que es personal, ¿qué cosas me sorprenden?, ¿qué cosas encuentro que son lúdicas, perversas, sórdidas, incluso en las combinaciones de los materiales?; y claro, que tienen una lectura social o política.
¿Un capítulo interesante en su pintura es la exposición Velo y Cicatrices, expuesta en galería Epikentro en 1996, nos dice mucho de tu sentir artístico?
Velos y Cicatrices es de un proceso anterior investigado a través de la pintura y el dibujo; pero la cosa de recuperar algo, de sanar algo, sobreponer cosas, es histórico en todo mi trabajo. Velo y Cicatrices es también como un primer paso hacia lo objetual y materiales, en ese tiempo usé seda, espinas. En esa exploración material y táctil. Lo que estoy haciendo ahora, en ese mismo sentido pertenece a esa secuencia, es como abrazar más lo matérico por encima de lo racional, sensorial, instintiva.
El maestro Rodrigo Peñalba planteó su canon de modernidad de la pintura. ¿Cuál es su mirada a esa escuela y su tiempo?
Peñalba se inserta cabalmente dentro del modernismo y de las investigaciones formales pictóricas de ese momento; no es una cosa que ha dejado un legado en trabajos como los míos, desde el punto de vista de la investigación; aclaro, que mi trabajo es más hacia el símbolo, y la experiencia de cómo ese símbolo te remite a tu propia experiencia, que acerca de las cualidades formales de la pintura.
Además de ser artista se ha dado a la tarea de enseñar.
Efectivamente, la parte de la docencia es muy importante en mi vida, que dedico mucho tiempo. En La Espora está trabajando mucha gente, como Raúl Quintanilla, pero también vienen desde afuera, pero no son mis trabajos los que necesariamente prevalecen, aún cuando estuvo Tajo, que sólo era yo, no pretendí crear una escuela basada en la estética, sino en el pensamiento, y los intereses personales. El modernismo es más hegemónico y homogéneo, ahora impera un arte más complejo y más plural, y eso es lo que somos como seres humanos.
¿En la expo PECA los participantes, además de ser de Nicaragua, provienen de países vecinos?
Lo importante es salir del aislamiento. Históricamente cuando yo crecí, Centroamérica era una región oscura, diferente a Estados Unidos y Europa; y claro, porque estaba la guerra, la dictadura, el tejido social estaba destrozado. Y hay un proceso de paz, de reconstruir esos tejidos, y eso es lo que nosotros hacemos, por lo que como artistas debemos de trabajar ante esa adversidad.
¿Todos estos esfuerzos, busca cómo proyectarlos a bienales internacionales, como la de Centroamérica, La Habana, Brasil, Venecia, entre otras?
Es un valor agregado, pero no es lo que perseguimos. Nosotros somos formativos. Hacemos las exposiciones para que se vea lo que hemos hecho. Ahora lo abrimos en mi casa (en el barrio Campo Bruce), por necesidad, pero le hemos sacado provecho. Lo de ir a exponer a la Bienal del Brasil es beneficiosa para los muchachos, pero no es parte de los objetivos clave del proyecto. Pero lo que sí queremos es que se conozcan en su propia tierra, y en cada uno de sus países de origen.
La Espora ha montado la exposición regional de PECA, en Campo Bruce, ¿cómo ha sido esta experiencia?
En este barrio se hicieron los talleres centroamericanos. Se alquilaron casas para residencias, y un espacio, que antiguamente era una panadería, para el taller; entonces en ese contexto es bien significativo. Por ejemplo la artista Pilar Moreno tuvo una interrelación con la gente del barrio, realizando un trabajo conceptual. Pero volviendo a lo del barrio, un amigo periodista, que estuvo en la inauguración de PECA, y en ratos se iba a la pulpería a tomarse su cerveza, entonces me dice: Clase de alucín, no se está hablando de tomates en la venta, se está hablando de arte. (Ríe a carcajadas)
¿Qué más podemos esperar de La Espora?
Estamos planificando los próximos talleres, que no serán sólo de un lenguaje, sino en ideas, el título del ciclo es La Forma Equivalente, y tiene que ver con discriminación, expresadas en términos visuales, que tengan que ver con género, raza, clases. La forma como se expresa en la publicidad, el arte, en todos los mecanismos visuales. La convocatoria será amplia, para toda Centroamérica, para los candidatos, a partir de su carpeta, carta de intención y vocación profesional.