14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Humor y filosofía

Todo tiempo futuro fue mejor, obra filosófica de Alejandro Serrano Caldera, llevada al teatro nacional La Comedia Nacional de Nicaragua recién presentó su último estreno teatral, Todo tiempo futuro fue mejor, que se basa en la obra del filósofo, jurista y ex embajador, Alejandro Serrano Caldera. Para el montaje de la obra, Socorro Bonilla Castellón, […]

  • Todo tiempo futuro fue mejor, obra filosófica de Alejandro Serrano Caldera, llevada al teatro nacional

La Comedia Nacional de Nicaragua recién presentó su último estreno teatral, Todo tiempo futuro fue mejor, que se basa en la obra del filósofo, jurista y ex embajador, Alejandro Serrano Caldera.

Para el montaje de la obra, Socorro Bonilla Castellón, su directora, logró reunir a 19 actores, pertenecientes a distintos grupos teatrales, más otra cantidad de artistas que intervinieron como escenógrafos, vestuaristas, maquillistas, luminotécnicos e investigadores históricos. La mayoría del elenco, con una trayectoria bastante conocida por el público nicaragüense, acompañada de una experiencia de más de dos décadas, trabajó acopladamente con actores que recién se inician en las tablas. El montaje de Todo tiempo futuro fue mejor juntó en escena a artistas con distintos niveles de trabajo actoral y en algunos momentos pudimos apreciar una atmósfera con cierto desbalance, situación superada con el trabajo en equipo. Aun de los más fogueados artistas vimos momentos deslucidos, sombríos, casi apagados. Pero no podemos despreciar una factura en la cual todos los artistas hicieron y dieron lo mejor de sí para solventar los desniveles en la caracterización y apropiación de los personajes, dado que esta situación es apenas lógica en los montajes que requieren gran elenco.

Llevar al teatro una obra, no concebida teatralmente y ¡filosófica, para mayor desafío!, constituye un verdadero reto en la dramaturgia. De modo que no es tarea fácil llevar al teatro una obra meramente filosófica. Aunque, en este caso, el texto ya estaba adelantado originalmente con los propios diálogos de su autor, es notorio el enriquecimiento y los aportes que logra Bonilla Castellón al trasladar el texto de Serrano Caldera al escenario teatral. La dramaturgia de Bonilla Castellón selló el texto sobre todo con la incursión en la escena de los personajes femeninos, ausentes en el texto original. Socorro Bonilla, con una visión de género, trajo al escenario a las poetisas Safo y Corina y a Jantipa, la mujer aterrizada e inteligente de Sócrates.

Otro de los grandes logros con la representación de Todo tiempo futuro fue mejor es el haber llevado a escena, con personajes vivos, el quehacer y razonamiento de la Filosofía. Porque, de otra manera, cómo hacer para que nuestros jóvenes estudiantes razonen, aprendan a analizar, que les guste la Filosofía, sobre todo si esta clase ha sido desterrada del pensum académico en las escuelas secundarias públicas. La Comedia Nacional, quizás sin proponérselo, ha encontrado una manera de hacer atractiva la Filosofía. Y, por lo tanto, ya tiene en su haber un excelente trabajo pedagógico de inducción educativa.

Fue muy bueno el desempeño fresco y natural de Carmen Hilleprandt, quien entra al teatro interpretando a la poetisa Corina. Me alegró ver en escena a Ivonne García, retirada por años del escenario, en el personaje de Jantipa, la mujer que, con su humor acre, critica y hace consecuentes llamados a la realidad para “filosofar” sobre las vicisitudes domésticas del diario vivir a su esposo Sócrates.

Por diversos motivos —pocas oportunidades, enfermedades, la edad, y el desempeño en otros oficios para lograr el modus vivendi—, varios artistas han estado inactivos teatralmente en los últimos años, por eso también fue estimulante ver trabajar a actores como Róger Miranda, José Arias, Hugo Hernández, quien interpreta a Homero, Mario Torres, Zaida Urbina y Aníbal Almanza, entre otros.

Alejandro Serrano Caldera maneja en su obra el hilo fino del humor y esta veta pudo ser mejor explotada por los artistas. Por ejemplo, la escena donde uno de los filósofos pide pollo al vino y el mesero reacciona molesto porque piensa que le están pidiendo un pollo albino, requiere de más atención. Y desde luego, sacarle más provecho y movimiento al dinamismo de la escenografía. Igualmente, se pudo haber identificado el restaurante donde los filósofos se juntaban para comer y beber, sacándole partida al “desaguisado” nombre original de “Una sola calidad y muchos sabores”.

Hizo falta ver a más de alguno de los filósofos bailando y cantando el son de la Sonora Matancera, al estilo de Songo, Burundanga, Bernabé y Muchilanga, tal como Serrano Caldera lo dispone en su obra original.

En fin, son puntaditas por aquí y por allá las que hacen falta para terminar de modelar este traje de alta costura con que se viste nuestra Comedia Nacional.

El trabajo escenográfico, a cargo del arquitecto, artista plástico y promotor cultural, Luis Morales Alonso, es digno de reconocimiento, no solamente por la calidad de su ya conocida trayectoria de escenógrafo teatral, sino además por su apoyo al arte y por haberle sacado filo al tiempo que le permite su desempeño como ministro de Cultura de nuestro país.

Encomiable el trabajo de investigación y diseño del vestuario a cargo de la joven Dulce García Salgado. El vestuario de Confucio, Kant, Averroes y el de las tres actrices son de una calidad que sólo la dignidad y la creatividad pueden provocar.

El director teatral Erasmo Alizaga, a cargo del maquillaje, se lleva méritos bien ganados en esta puesta en escena.

Y no porque lo nombre al final tiene menos méritos, me refiero al desempeño de Edgar Noel Rodríguez, en su personaje “utiliti” de Calixto (que tampoco aparece en la obra original). La directora Bonilla Castellón lo sitúa en escena para asistir a ciertos personajes que requieren de su apoyo, reto que acertadamente asume el joven Rodríguez, quien, como en la obra de Pirandello, está a la espera de un director que le presente mayores propuestas que le permitan desarrollar y demostrar su talento.

La labor de la Comedia Nacional con el montaje de Todo tiempo futuro fue mejor es una lección de cómo puede el teatro ayudar al desarrollo estético, educativo y cultural de un país, a pesar de los pesares, es decir, a pesar de los pocos recursos que el Estado, el Gobierno, la empresa privada, la sociedad en general le brindan a este arte mayor. Para finalizar, sólo quiero llamar la atención que tanto esfuerzo que requiere el montaje de una obra, no puede quedarse en solamente dos o tres presentaciones. Salud y felicidades, Comedia Nacional y artistas nicaragüenses.

La Prensa Literaria

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí