- Benemérito Cuerpo de Bomberos lo peregrina desde la antigua Basílica San Antonio hasta la Parroquia San Antonio de Monte Tabor
La parroquia de Monte Tabor se prepara para celebrar las fiestas en honor al Santo Padre Pío de Pietrelcina, quien en vida se caracterizó por su total entrega de amor por los enfermos y los que sufrían espiritualmente.
El fraile Fernando Espinoza, párroco de Monte Tabor, explicó que la celebración en honor a San Padre Pío se ha convertido en una festividad muy popular para los habitantes de esa pequeña comunidad, ocasión que es celebrada con actos litúrgicos durante tres días.
“Esta fiesta la estamos celebrando con liturgias de tres días en las cuales se ofrece una celebración penitencial que era un carisma muy especial del Padre Pío; el segundo día se lo ofrecemos a los enfermos porque el Padre Pío tenía el don de sanidad y es por eso la devoción hacia él”, expresó el guía espiritual.
Añadió que “la gente en los últimos años ha venido manifestando mucha devoción por el Padre Pío e incluso la devoción trasciende a lo popular, ya que muchos doctores y escritores tienen mucho aprecio por el Padre Pío, realmente es un acontecimiento de este siglo”, afirmó Espinoza.
A la festividad que inicia a partir del próximo viernes 19 de septiembre y finaliza el 21 de septiembre se nota la presencia de peregrinos de diferentes partes de Managua y de otras ciudades que llegan a venerar al Santo, quien era originario de Italia.
En la celebración en honor a San Pío, también se nota la participación de estudiantes de la comunidad, quienes veneran con mucha devoción al Santo.
El Benemérito Cuerpo de Bomberos quien ha acogido como Patrono al Santo Padre Pío de Pietrelcina, lo venera el 21 de septiembre y lo peregrina en procesión, saliendo donde fue la antigua Basílica San Antonio, en los escombros de Managua hacia la Parroquia de Monte Tabor.
El fraile Fernando Espinoza invitó a todos los devotos a participar en las diferentes actividades en honor a San Pío.
SEÑALES DE CRUCIFIXIÓN
El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, de origen italiano, ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. Él ya es conocido en el mundo como el “Fraile”estigmatizado. El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de fraile llega hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanación en el cuerpo y motivo de renacimiento en el espíritu.