Sacerdote católico
El Rosario es la oración preciosísima con que honramos a María y meditamos momentos privilegiados de la vida de Jesús. Es una devoción cristocéntrica. Octubre es el mes del Santo Rosario, porque los católicos vencieron a los turcos en la batalla de Lepanto, un 7 de octubre de 1571, cuando el Romano Pontífice de ese entonces, San Pío V, con fervor instruyó a orar el Rosario y pedir la intercesión de la Virgen.
Rosario significa corona de rosas y cada Avemaría que rezamos con amor es como fragancia exquisita que ofrecemos a la mamá de Jesús.
Santo Domingo de Guzmán, a finales del siglo XII, tuvo una intuición espiritual y propagó el rezo del Rosario, el cual ha sido de inmensa bendición en todos estos siglos, sobre todo en momentos de gravísima necesidad en el pueblo creyente. La Santísima Virgen en sus numerosas apariciones sigue pidiendo que oremos con fervor, viviendo una vida conforme a la voluntad de Dios. Es el Rosario un arma segura que nos protege de todo mal y que hace huir al demonio.
Los misterios del Rosario nos recuerdan la vida de Jesús:
Misterios Gozosos. Lunes y Sábado.
1. La anunciación del Ángel a María.
2. La visita de la Virgen a su prima Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La presentación del niño Jesús en el templo.
5. El niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Misterios Dolorosos. Martes y Viernes.
1. La oración de Jesús en el huerto.
2. La flagelación de nuestro Señor Jesucristo.
3. La coronación de espinas.
4. Jesucristo es cargado con la Cruz.
5. La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo.
Misterios Gloriosos. Miércoles y Domingo.
1. La Resurrección de Jesucristo.
2. La Ascensión del Señor a los cielos.
3. La venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de la Virgen a los cielos.
5. La coronación de la Virgen en los cielos.
Misterios Luminosos. Jueves.
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. Las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios.
4. La transfiguración.
5. La institución de la Eucaristía.
El Rosario surge del Evangelio. El Padre Nuestro lo pronunció nuestro Señor. Y el Ave María, es el mismo Dios quien lo inspira. Primero, cuando el Arcángel Gabriel se presenta a la doncella de Nazaret y le dice: “Alégrate, Llena de gracia, el Señor está contigo” (Lucas 1, 27) y en seguida cuando María sube a las montañas de Judea a visitar a su prima Isabel, llena del gozo de Dios, Isabel exclamó: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. (Lucas 1, 42).
El Santa María Madre de Dios, proviene de Santa Isabel cuando expresó: “De dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor” (Lucas 1, 43). También en el Concilio de Efeso, en el año 431, se proclamó de manera dogmática que Santa María es Madre de Dios.
Cuando invocamos a María, en las letanías, cada una de ellas con una historia preciosa y contestamos: Ruega por nosotros, encontramos que en el momento supremo de la redención, cuando Jesús ha donado todo a la humanidad y nos rescata con el precio de su Sangre Preciosa, nos deja a María como Madre y a nosotros, discípulos amados, como hijos de ella.
Virgen del Rosario intercede por nuestra Patria Nicaragua y por todos nosotros.