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Intersección en la Avenida Roosevelt en la calle Momotombo.LA PRENSA/ARCHIVO

El recuerdo de Managua

El periodista e historiador Roberto Sánchez relata de forma amena y curiosa cómo era la vieja Managua, sus calles, personajes, y direcciones en su libro El recuerdo de Managua en la memoria de un poblano Cantinas, pensiones y prostíbulos han sido puntos de referencia para dar direcciones. Los managuas han sufrido dos grandes pasadas de […]

  • El periodista e historiador Roberto Sánchez relata de forma amena y curiosa cómo era la vieja Managua, sus calles, personajes, y direcciones en su libro El recuerdo de Managua en la memoria de un poblano

Cantinas, pensiones y prostíbulos han sido puntos de referencia para dar direcciones. Los managuas han sufrido dos grandes pasadas de cuenta con los terremotos de 1931 y 1972. Los desastres naturales han sido una prueba a la vieja costumbre de inventar direcciones, sin tomar en cuenta los puntos cardinales ni nomenclaturas numéricas.

El extremo es que cuando el último desastre eliminó físicamente el punto de referencia, simplemente se decía: “de donde fue…”, y así se simplificaban las direcciones, en un verdadero reto a la memoria. Pese a los dos terremotos, el Lago Xolotlán, con la península de Chiltepe y la Loma de Tiscapa han permitido darle a la ciudad una ubicación física y una identidad inconfundible, sumado a que estaba dividida por la Calle y la Avenida, llamadas ambas Central, más tarde Avenida Roosevelt.

Cerca de la Loma de Chico Pelón estaba el Campo de Aviación, donde por años estuvo la Fuerza Aérea de Nicaragua (FAN), antes de ser cerrado servía para pequeñas avionetas; en 1967 yo despegué de allí rumbo a San Carlos, para ir a Solentiname donde el poeta Ernesto Cardenal. En esos terrenos fueron asesinados los generales Augusto C. Sandino, Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor, sepultados donde están las instalaciones policiales, junto con Sócrates Sandino y el niño Juan Ramón López, muerto en la casa de don Sofonías Salvatierra, estuvieron allí hasta 1944.

Las calles y avenidas tenían a su vez sus puntos de referencia. La 15 de Septiembre iba desde el tope hasta el Cementerio Occidental o Central. A todo lo largo se tomaban los puntos más conocidos. De este a oeste, oriente a occidente, de arriba hacia abajo estaban la Loma de Chico Pelón, la casa de la conocida somocista Nicolasa Sevilla, El Calvario, las cantinas El Abanico, Sangre y Arena. La Sala Evangélica, hasta 1972 fue un conocido sitio para dar direcciones, igual que en las inmediaciones la comidería conocida como La Crucita y la luneta del cine Tropical.

Las casas comerciales, colegios y dependencias públicas determinaban las direcciones. En la intersección entre la Avenida Roosevelt y la Calle 15 de Septiembre estuvo el Jardín Cervecero y enfrente el Hotel Roosevelt, donde también funcionó la primera parada de taxis que hubo en Managua. El Colegio de La Inmaculada, en la esquina opuesta.

La cantina Las Delicias del Volga era una conocida referencia, donde la calle era atravesada por la Avenida del Ejército. El Plantel de Carreteras fue otro punto. Cuando la Calle Colón estaba en las afueras de Managua, las principales direcciones eran la gasolinera del gobierno, el Club de Clases de la GN, la Casa del Obrero, la estatua de Montoya era el inicio de la Carretera Sur y la Avenida del Ejército, por donde doblaban los buses de la ruta Colón, Cementerio y Aviación, lo que nos da una idea de la poca extensión que tenía Managua.

Otra calle con muchos puntos de referencia era la de El Triunfo, antigua Calle Real, llamada así por ser donde entraron a Managua las tropas del general José Santos Zelaya López, en julio de 1893. Inicia en el tope del Parque Central, a lo largo está el edificio Zacarías Guerra. El Diario LA PRENSA, el Monte de Piedad, la Escuela Nacional de Comercio, el Happy Boy de los hermanos Evertz Vélez, desaparecieron en el terremoto de 1972. Quedan el Parque San Sebastián y El Arbolito. Estaba el Centro Destilatorio, La Industria de la familia Cabrera, de donde salían los caballistas para las fiestas agostinas.

Dos calle históricas de Managua, fueron la Candelaria y la Momotombo. La primera salía del tope en el parque del mismo nombre, pasaba frente al ahora Palacio de la Cultura y el de Comunicaciones, hasta terminar en la Avenida llamada Monumental; la Momotombo ahora atraviesa toda Managua, pasando por donde fue el Teatro González, Telcor y el Edificio Terán.

LOS VIEJOS BARRIOS

Los viejos barrios, a falta de una nomenclatura que identificara calles y avenidas, también inventaron sus puntos de referencia. Recuerdo cuando yo era niño y venía de Masatepe, en la estación del ferrocarril, le dábamos al cochero la dirección tomando como referencia la chibolería Gil o el cine Bóer. Después que se construyó el Instituto Nacional Ramírez Goyena, donde fue la plaza de El Caimito, el imponente edificio para su época, desplazó al Colegio Bautista para dar direcciones.

La mención de las cantinas era tan conocida que un prestigioso y conocido médico, ya fallecido, vivía frente a Noche Criolla; irónicamente, para dar la dirección del doctor Rodrigo Quezada, se decía, frente a… y se mencionaba la citada cantina. Luego se llamó Cachecho, donde llegaban frecuentemente numerosos poetas. La comidería de Chico Tobal, también era popular referencia, Tata Lolo y la Perla.

Cuando en la Carretera Norte, a la entrada de la avenida principal del barrio San Luis, don Armando Guido construyó una casa de varios pisos, de inmediato y todavía se dice: del Edificio Guido, tantas cuadras a… En el barrio Altagracia, casi todas las direcciones eran a partir de La Fosforera, igual que la fritanga La Racachaca. En la actualidad, el Ceibo es punto de referencia en el barrio San Judas.

Cerca del Gancho de Caminos, donde inicia el Mercado Oriental, estaba la fábrica de cohetes y morteros de Carmen Aguirre, más conocida como La Caimana, una mujer que solía vestirse de hombre y actuaba como tal. En el barrio Monseñor Lezcano, un punto determinante es la estatua de quien fuera el primer Arzobispo de Managua, monseñor José Antonio Lezcano y Ortega.

A las cantinas ya mencionadas como puntos de referencia hay que agregar el Nilo Blanco y el Nilito, famosos por sus conchas negras, también El Malinche, El Gato Abraham, Papum, La Chispa, cerca de la antigua estación del ferrocarril; el Lucky Seven, al que iban los masatepinos pues quedaba frente al mercado El Bóer, de donde salían los buses hacia los pueblos.

Los acompañantes a entierros en el Cementerio Occidental casi siempre terminaban en La Miel de los Pájaros. Hubo cantinas de obligada referencia, en el barrio Cristo del Rosario, donde vivía la familia de Carlos Doña, el estimado fotógrafo, estaba la cantina El Foker, nombre de los aviones que trajeron los marines norteamericanos cuando intervinieron Nicaragua y que bombardearon a las tropas sandinistas en el combate de Ocotal.

Nombres inolvidables para los viejos managuas fueron los de Pedro Tuco y Los Balcanes. Las pensiones son parte de este original listado, me acuerdo que por La Fosforera había una de mala muerte conocida simplemente como la pensión de Chepito, con tijeras de lona y cabuya. Los prostíbulos y lugares de citas fueron parte de esta original nomenclatura. Por ejemplo en la Carretera Norte, durante muchos años, la dirección más conocida era la de El Dancing, otra fue la Casa Amarilla. En la zona del Mercado Oriental hubo dos prostíbulos famosos: la Conga Roja y el Cuarto Bate, frecuentados por los alistados de la GN.

También sirvieron como puntos de referencia los prostíbulos el Baby Doll, el Pez que Fuma, la Estela Alfaro, Mandrake el Mago, La Hortensia. Un punto muy particular fue El Lago de los Cisnes, al que por las características de los concurrentes se le llamaba El Charco de los Patos. Una radio que fue especial referencia era La Mundial, cuando quedaba en el barrio San Sebastián, igual su antena, cerca del Seminario Nacional, entonces en las afueras de Managua. Iglesias, parques, restaurantes, en fin todo lo que fuera un sitio fácil de identificar sigue siendo un punto de referencia para que los managuas den las direcciones.

(Fragmento)

La Prensa Literaria

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