14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Resistencia

“Un soldado de Cristo no se esconde ni se acobarda, y no aplaude a quienes juegan con la Palabra de Dios en las plazas públicas” Sacerdote católico “Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los […]

“Un soldado de Cristo no se esconde ni se acobarda, y no aplaude a quienes juegan con la Palabra de Dios en las plazas públicas”

Sacerdote católico

“Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido en todo, manteneros firmes. ¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza, calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la Paz, embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno. Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios…”, cfr. Efesios 6, 11-17.

La resistencia de la cual nos habla San Pablo no es el “aguantarse todo” convirtiéndonos en cómplices de maldad. La resistencia cristiana es la que enseña el “Príncipe de Paz”, que es Jesucristo: sin violencia, sin resentimientos, pero desenmascarando al artífice de infamia para defender la dignidad y transformar las estructuras injustas, lo que permite no dejar morir la esperanza.

Un soldado de Cristo no entrega ni deja secuestrar la verdad, pero sí se avergüenza de la falta de justicia y lucha por el restablecimiento de ella, transparenta el anuncio de la Buena Nueva sin divagaciones y se pone al frente de su pueblo cuando lo necesita.

Un soldado de Cristo no se esconde ni se acobarda, y no aplaude a quienes juegan con la Palabra de Dios en las plazas públicas.

Un soldado de Cristo sabe que no todo lo que se dice ser oficial es moral, porque vivimos en una sociedad en que, de manera descarada, unos cuantos sin ningún respeto mancillan las leyes humanas y divinas.

Un soldado de Cristo resiste al mal con la Poderosa Palabra de Dios. Y no solamente resiste al mal, sino que vive el bien. Que es diferente de “vivir bien” o “a tono” con el sistema establecido en “una cultura de muerte”.

Un soldado de Cristo sufre la persecución y se alegra en ella cuando esa persecución es por la causa de Jesús.

Un soldado de Cristo reconoce que el corazón más endurecido lo encontramos en los que vamos a los templos, nos sentamos en las primeras bancas de las iglesias, en los que predicamos o escuchamos continuamente la Palabra de Dios.

Un soldado de Cristo permanece en la confianza que debe seguir luchando por un mundo más humano.

Qué linda es la canción de Mercedes Sosa que dice: “Si se calla el cantor calla la vida, porque la vida, la vida misma es todo un canto; si se calla el cantor, muere de espanto la esperanza, la luz y la alegría. Si se calla el cantor se quedan solos los humildes gorriones de los diarios, los obreros del puerto se persignan, quién habrá de luchar por su salario… que no calle el cantor, porque el silencio cobarde apaña la maldad que oprime; no saben los cantores de agachadas, no callarán jamás de frente al crimen…”.

Religión y Fe

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí