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La seducción se puede practicar y hacer más efectiva si se cuida, no sólo el lenguaje verbal sino también el corporal. Hay muchas formas de conquistar el corazón ajeno: cada persona tiene su estilo.

Aprende a seducir

Seducir no es sólo patrimonio de algunos privilegiados. Todos podemos ser seductores si recurrimos a una serie de habilidades sencillas y fáciles de aprender. La seducción es un arte innato que se puede perfeccionar con técnicas sencillas, asegura Miren Larrazábal, psicóloga-sexóloga, y coordinadora de talleres de habilidades de seducción, que enseñan qué es la seducción, […]

Seducir no es sólo patrimonio de algunos privilegiados. Todos podemos ser seductores si recurrimos a una serie de habilidades sencillas y fáciles de aprender.

La seducción es un arte innato que se puede perfeccionar con técnicas sencillas, asegura Miren Larrazábal, psicóloga-sexóloga, y coordinadora de talleres de habilidades de seducción, que enseñan qué es la seducción, cómo ganar en el juego de la conquista amorosa, y cuáles son los mitos, ideas erróneas, miedos y limitaciones que la entorpecen.

Según Larrazábal, todas las personas llevamos un seductor dentro. Con la práctica y el aprendizaje de habilidades específicas se puede potenciar y manifestar.

En el ser humano, la seducción puede ser un fin en sí misma. Las personas siguen ciertas pautas predeterminadas en la conducta de cortejo, y se han identificado algunos esquemas de conducta de conquista comunes a todas las culturas.

Aunque hay una parte biológica y genética que hace que unas personas tengan una mayor facilidad natural para seducir que otras, hay elementos que se pueden desarrollar.

Para ello hay que cuidar no sólo de lo que se dice, sino también el lenguaje más sutil pero poderoso del cuerpo: miradas seductoras, palabras que acarician y sugieren, silencios persuasivos, leves gestos, contactos de apariencia casual…

Sonrisas prometedoras, movimientos velados, proximidades inquietantes, silencios elocuentes y el arte de sugerir, insinuar, dar a entender sin mostrar, generar interés por lo implícito… son habilidades que se pueden aprender, hasta alcanzar un cierto grado de éxito, señala la psicóloga.

Así es que ¡no desesperes! con entrenamiento y convicción, cualquier objetivo es posible.

www.soloellas.com

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