En una cueva en mis entrañas
se ha despertado una tigresa
y arrima a la bondad.
No le creas a esa leche,
dice, la leche que alimenta
tiene otros ingredientes:
es ácida, corrosiva, a veces venenosa,
no aplaca las úlceras.
Ya no se remontan mis pensamientos
a esferas puras, ni se arrastran
caídos y arrepentidos en el lodo;
dan vueltas obligadas en torno
a la tigresa visceral,
trenzando torbellinos.
El primer mandamiento: matarás.
No existe silueta más hermosa
que una garra
si no es una cimitarra antigua
o un avión de combate
y la estela que deja en el cielo.
No hay nacimiento que no raje.
El señor de la misericordia le honra
al hermano justiciero
ponle tú también en su pedestal.
Si él te lo dice, mata.
Pero sepas que zarpazo que asestes
sin la más pura necesidad
ya no lo redimes.
Rowena Hill (Inglaterra). Poeta, articulista, traductora; llegó a Venezuela en 1974 y hasta 1998 fue profesora de Literatura Inglesa en la Universidad de Los Andes, Mérida. Ha publicado los poemarios Celebraciones (1981), Ida y vuelta (1987), Legado de sombras (1997) y Desmembramiento (2002). Entre sus traducciones al español se encuentran una antología de poesía metafísica india en lengua kannada, Nombres de lo innombrable (1991, 2006) y una antología de un poeta de los marginados de la India, Mudnakudu Chinnaswamy (2005). Ha hecho una antología de traducciones al inglés de la poesía de Harold Alvarado Tenorio, The Outrage of the Years. Participó en el Tercer Festival Internacional de Poesía de Granada.