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Julio Ortega, especialista en literatura y compilador de la obra poética de Rubén Darío.

“Darío, poeta del futuro”

En un intenso programa cultural, el especialista en literatura y temas culturales, Julio Ortega, visitó el país y presentó algunas conferencias en Granada, León y Managua, entre las que destacan: Poesía nicaragüense y Norteamericana: una conversación fecunda. Encuentros que fueron auspiciados por el Programa Cultural de la Embajada Norteamericana, acreditada en nuestro país, y por […]

En un intenso programa cultural, el especialista en literatura y temas culturales, Julio Ortega, visitó el país y presentó algunas conferencias en Granada, León y Managua, entre las que destacan: Poesía nicaragüense y Norteamericana: una conversación fecunda. Encuentros que fueron auspiciados por el Programa Cultural de la Embajada Norteamericana, acreditada en nuestro país, y por la Embajada del Perú.

En su estancia la Academia Nicaragüense de la Lengua lo distinguió como Miembro Correspondiente por ser uno de los estudiosos de la obra de Rubén Darío. De igual manera, la Universidad Americana (UAM) le entregó el Doctorado Honoris Causa por sus méritos como crítico literario, escritor y poeta notable de la literatura hispanoamericana.

Poeta de todos los tiempos

“La sorpresa para mí es que es un poeta de hoy y del futuro, porque hace con el español aquello que la lengua española nunca ha hecho. O sea: la hace hablar más, le hace decir cosas nuevas, más bellas, sensoriales; entonces es una lección para siempre, de las posibilidades creativas del lenguaje español”, dice el prestigioso crítico literario Julio Ortega, cinco años después de compilar (con apoyo de Nicanor Vélez), las Obras Completas de Rubén Darío en su I Tomo de Poesía.

Libro que fue presentado en España con gran cobertura, dejando claro que Rubén Darío sigue siendo el poeta clásico de todos los tiempos, y el más leído de la lengua hispanoamericana.

Ortega reconoce que Darío fue el mejor editor de sus obras, por lo que para lograr publicar sus “obras canónicas” se necesitan sus manuscritos originales, tarea aún no realizada.

Sin embargo en esta compilación, el especialista ha corregido y depurado de las ediciones anteriores 400 errores, incluyendo la edición de Ayacucho.

Asimismo, prepara un II y III Tomo, Las Crónicas y Poesía Varia, que también reconstruirá la imagen del bardo con una visión crítica y canónica.

Pero esta monumental tarea no concluye aquí, sino que este profesor de la Universidad de Brown propone que futuras generaciones formen un equipo de críticos internacionales, que editen nuevas obras completas, con sus notas después de cada poema que hagan su historia, sus referencias y cambios.

“Hoy ya no creemos en la sobreabundancia de notas, sino que sólo las decisivas deban de quedar y completar la ayuda del poema”, valora en perspectiva, viendo críticamente a Rubén Darío como un clásico de todos los tiempos.

Entre sus publicaciones críticas saltan el Retrato de Carlos Fuentes, Una poética del cambio, Arte de innovar, entre otros textos; pero hoy nos encontramos con las Obras Completas, I Tomo de poesía, de Rubén Darío. Al respecto ¿qué hay de sus lecturas y experiencias?

En realidad mi diálogo y lecturas de Rubén Darío viene de muy lejos, en la universidad a comienzos de los años sesenta. Pienso que el estudio de Darío es formativo para los lectores hispanoamericanos y la concepción del Modernismo. De modo que cuando me pidieron escribir la biografía de Darío para la Colección Vida Literaria, editorial Omega, de Barcelona (libro que salió hace cinco años) estuve muy feliz por decir mi visión del poeta, donde propuse una nueva mirada crítica, reconstruyendo su imagen que me parecía muy maltratada. Y después la editorial Círculos de Lectores me invitó a dirigir estas Obras Completas.

Desde que Darío murió, muchas casas editoriales han estado editando los libros del poeta con estudios de escritores hispanoamericanos y nicaragüenses, al que usted se ha sumado; en este contexto ¿qué significa preferir la poesía y crónica de Darío?

Ello equivale a revisar toda la tradición editorial del poeta, hasta donde es posible, ya que hay aún material que no ha circulado; pero de las obras completas sí hubo varios proyectos, todos añadiendo algo; porque la labor de un clásico es de varias personas, unas son biografistas, otras las ordenan, y le inventan libros y títulos.

Y esto ha ocurrido más con Darío que con otros poetas, y es porque sus libros no se han asumido como “canónicos”; por ejemplo vemos que su libro Azul, casi todas las ediciones le han quitado sus cuentos, tal vez pensaron literalmente que eran cuentos, cuando Darío le llama “Poesía en prosa”, este diálogo de géneros se elimina. Entonces restituí estos cuentos.

Esto me ha llevado a establecer para la crítica filológica un texto cotejado y depurado, que pretende ser lo mejor posible; y he corregido 400 errores que están en todas las ediciones repetidas, incluyendo la mejor que es la de Ayacucho.

Darío mismo era su editor, porque sólo en Azul tenemos tres libros distintos, esto nos lleva a elegirlos todos. Algunos editores se apuntan a la primera edición, pero lo más lógico es usar este texto base y tomar nota de todo lo que no ha aparecido.

Además de este hallazgo sobre los textos de Azul, ¿qué más ha encontrado en esta edición depurada?

Lo más importante para mejorar las lecturas del poeta es la corrección de las erratas, luego el establecimiento de un canon; o sea la autoridad de los textos que el propio poeta decidió publicar.

En este caso inicié con las obras canónicas de Rubén Darío, y no con los primeros poemas de juventud que son muy retóricos y diestros, pero tomé lo más importante de él, y seguir con los de su juventud poética, y poner en tercer lugar sus magníficos poemas dispersos. Si él hubiese vivido un par de años más, seguramente habría publicado otros libros.

Y lo que pasa que Darío no era un poeta orgánico, de libros, sino que era un poeta de poemas sueltos que hacía sus libros con secciones. En Cantos de vida y esperanza, le envía sus manuscritos a Juan Ramón Jiménez, para que los ordene. La otra cosa que hay que hacer es ver los manuscritos para que sea completamente una edición depurada y fiel al poema.

¿Está hablando de “canonizar” las Obras Completas de Darío?

“Canonizar” no, porque esa palabra no pertenece a la crítica, sino establecer el canon, que es seguir la intención autorial, y las editadas arbitrariamente, a como fue con las ediciones posteriores de Azul.

Cuando un investigador literario se enfrenta a estos trabajos, siempre encuentra grandes dificultades y retos. En su caso ¿a cuántos se enfrentó para cristalizar esta primera etapa?

Todos los retos inimaginables. Primero encontrar las ediciones de los libros; para eso he trabajado en la Biblioteca Nacional de Madrid, en la Biblioteca de Congreso de Washington, en la biblioteca de la Universidad de Harvard, y he tenido la suerte de encontrarme con amigos en la biblioteca de la Universidad de Salamanca, donde Unamuno coleccionó los libros de Darío, y sobre todo lo más importante en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, donde están las primeras ediciones. Ahora estoy haciendo todo esto de nuevo para Las Crónicas, con la misma idea del canon del autor.

Nicaragua cuenta con abundantes archivos darianos en varias bibliotecas y museos, ¿por qué no ha hecho uso de estas fuentes?

Creo que todo lo que hay, salvo que me equivoque, corresponde a la primera etapa de Darío, el poeta niño; y creo que los darianos nicaragüenses han publicado todo eso, los poemas y prosas iniciales, antes que fuera a Chile, también en su regreso a estas regiones.

Pero quizás para una edición crítica, yo decidí prescindir de la mayor parte de los poemas de ocasión, de la vida social de la época de Darío, poemas de los álbumes, de los cumpleaños de las niñas. Y de esos sólo dejé aquéllos que eran más limpios e ingeniosos, en la parte de poesía dispersa, no recogida en libros. Porque todos los poetas habrán sido cortesanos en la época de la colonia, o mundanos en la época de la burguesía, pero eso es una decisión editorial, algunos creen que se debe de recuperar todo.

Muchos poetas, después de pasada la euforia del Modernismo, ven y lo siguen viendo como un “poeta obsoleto”; ahora a la luz de esta antología completa, ¿cómo ve a Darío y su perspectiva?

La sorpresa para mí es que es un poeta de hoy y del futuro, porque hace con el español aquello que la lengua española nunca ha hecho. O sea: la hace hablar más, le hace decir cosas nuevas, más bellas, sensoriales; entonces es una lección para siempre, de las posibilidades creativas del lenguaje español.

Y el genio y talento de su capacidad inventiva, combinatoria, el brillo, y la vivacidad de los poemas de Darío, pues no se ha repetido, sigue siendo el mejor poema de la lengua, entonces sigue siendo un taller de aprendizaje para cualquier poeta, y un gozo para el lector.

Me quedé muy sorprendido, de algo que me pasó en España cuando salió este libro: en España hay cientos de ediciones de Darío. Todos los libros de Darío han salido con notas escolares, y muchas de las poesías completas llenas de erratas. Y cuando salió el libro, la editorial quería hacer una presentación pero me negué. ¿Qué absurdo?, hacer una presentación de Darío en España, si todo el mundo ha leído a Darío, uno de los poetas más populares de la lengua, en España.

Al inicio me negué, pero después se hizo una rueda de prensa en Madrid, convocamos a todos los periódicos y la radio; y vi que tenían razón. Estuvo presente toda la prensa española, salió la noticia del libro y las entrevistas, y programas enteros a conversar en la radio sobre Darío. No podía creerlo que un poeta clásico, muy conocido, fuera tan celebrado en una edición depurada que lo reunía. Fue una sorpresa extraordinaria.

¿Pero también se espera la edición del II Tomo de Crónicas?

Hay tomos individuales, intentos, pero reunir todas las crónicas que publicó en vida, los libros, más las crónicas dispersas, que son muchísimas, no, probablemente no serán completas, porque siempre habrán más.

Yo tengo un Networld de colegas en el mundo donde estuvo Darío, obviamente me ayudan con la idea, unos amigos en Buenos Aires me acaban de descubrir que Darío no sólo escribió crónicas en la Nación como sabemos, y que se han publicado tres tomos de crónicas incompletas, sino que además publicó en el diario La Prensa de Argentina.

¿Que reunirá el III Tomo de las Obras Completas de Darío?

Este III Tomo se va a llamar Prosa Varia, que es la crítica literaria, los cuentos, los libros de viaje, las autobiografías, las cartas, una prosa breve. Este libro va a ser sorprendente, y lo haré con un método distinto, por ejemplo hay una experta en la crítica literaria, otro en la autobiografía; entonces a cada uno de ellos le he pedido me mande el texto establecido de la sección. Entonces será un libro en colaboración.

¿Si Darío estuviera presente en este momento que le diría?

¿Qué le diría yo, a él? ¡Gracias!

El crítico y académico Julio Ortega habla de Rubén Darío como el escritor que transformó la lengua, después de compilar por años las Obras Completas del poeta nicaragüense

La Prensa Literaria

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