Por cinco años celebramos la poesía en la ciudad de Granada. Podría parecer desquiciado en un país cuyo reto
fundamental es mejorar el nivel de vida de los nicaragüenses
y hacer crecer una economía en tiempos de crisis. Mientras,
los poetas se dedican a pregonar sus versos y tienen a otros que los siguen.
Pero, no lejos de asumir este reto están los escritores y
otros que apoyan la celebración del V Festival Internacional
de Poesía (empresarios, embajadas, alcaldías,gobierno, policía, libreros, editores, artesanos,músicos…) que con su lógica de crear nuevas estrategias y oportunidades para el país, también creen en el esfuerzo aglutinador de la poesía y el arte.
Desde sus inicios el Festival Internacional de Poesía de Granada se ha convertido en una referencia regional.
En Centroamérica más creadores quieren participar,debido a que por una semana se convierte en el punto de encuentro de muchos escritores que presentan libros,leen sus poemas, se realizan performances, exposiciones de pintura, grabados, se habla de poesía y se discute sobre el oficio.
Granada, de Nicaragua, regresa a ser la escena cultural donde grandes figuras de la literatura mundial se dan cita. Este año, más de 100 poetas de 55 países se convocan a través del mágico espíritu de la poesía que tiene sus orígenes en el génesis de la humanidad.
También es notorio que la fiesta no sólo es de la poesía sino de aquéllos que asisten con sus familia. Una especie de comunión donde los niños y jóvenes, por primera vez comparten con los creadores y escuchan de viva voz sus versos.
Otro atractivo de este encuentro es el desfile de comparsas con todas las manifestaciones del folclor nicaragüense, conocido como el carnaval poético, encabezado por un cortejo fúnebre en el que este año enterrarán El engaño y la mentira.
Ante este acontecimiento también los organizadores abogan porque el festival sea declarado Patrimonio Cultural y Ecológico de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y promover una imagen positiva de Nicaragua en el mundo. Imagen que sólo el arte ha podido transmitir.
Una vez más la idea genial de los poetas de convocarse por medio de la poesía ha tenido eco en el mundo y los nicaragüenses seguimos demostrando que en este país lo que nos hace vivir y renacer es la esperanza de construir un mundo mejor y en paz.