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El poeta africano Frank M. Chipasula. LA PRENSA/Cortesía

Frank M. Chipasula: “La lucha es la palabra”

El poeta africano recrea sus años de juventud en Malawi, sus versos con un profundo dolor por las condiciones que le condujeron al exilio y a la persecución, una poesía que ha cantado las injusticias de un dictador Frank M. Chipasula es el poeta negro de Malawi, país que se encuentra situado al sureste de […]

  • El poeta africano recrea sus años de juventud en Malawi, sus versos con un profundo dolor por las condiciones que le condujeron al exilio y a la persecución, una poesía que ha cantado las injusticias de un dictador

Frank M. Chipasula es el poeta negro de Malawi, país que se encuentra situado al sureste de África. En su visita a Nicaragua, con motivo del V Festival Internacional de Poesía de Granada, habló de su quehacer de escritor, sus años en el exilio, la lucha que emprendió contra el dictador de su país a través de sus versos.

Carol Rumens, de la revista de Adewale Maja-Pearce en Book of African Poetry in English, sostiene que la poesía de Chipasula es “especialmente conmovedora, una serie de resoluciones que deberían ser esculpidas en el corazón de todos los poetas”.

De igual manera el crítico inglés Adrian Mitchell dice: “Chipasula llega a nosotros con un lenguaje rico y un corazón henchido y compasivo. Pocas veces he encontrado tanto dolor expresado en poesía como en sus reportes de las monstruosas atrocidades del Estado en África del sur en Whispers in the Wings. Su visión está llena de justa cólera y su poder es abrumador en poemas tales como Ahorcamiento y A Grain of Salt”.

Chipasula nació el 16 de octubre de 1949. Graduado, con mérito, de la Universidad de Zambia, tiene una licenciatura en Escritura Creativa de la Brown University, una licenciatura en Estudios Afroamericanos de la Universidad de Yale y en Literatura Inglesa de la Brown University.

Actualmente es profesor asociado y profesor del programa Judge William Holmes de Estudios Negroamericanos, de la Southern Illinois University en Carbondale. También ha enseñado en la universidad Howard, en la Tamkang University de Taiwán, en la universidad de Nebraska en Omaha, en el St. Olaf College en Northfield, Minessota, así como en las universidades de Brown y Yale.

Es editor de algunos libros en inglés en Zambia en Lusaka y, como estudiante de la Universidad de Malawi, trabajó como freelancer para la Malawi Broadcasting Corporation en Blantyre, Malawi.

En su obra destacan Visions and Reflections (1972), un libro innovador en lengua inglesa dentro de la poesía de Malawi, que fue seguido por O Earth, Wait for Me (1984), Nightwatcher, Nightsong (1986) y Whispers in the Wings: New and Selected Poems (1991).

En la actualidad trabaja en The Burning Rose: New and (Re) Selected Poems.

Ha editado también las siguientes, y pioneras, antologías de poesía africana: When My Brothers Come Home: Poems from Central and Southern Africa (Wesleyan University Press, 1985), (con Stella) The Heinemann Book of African Women’s Poetry (Heinemann 1995) and Bending the Bow: An Anthology of African Love Poetry (Otoño 2008).

Su narrativa incluye las novelas In the Shadow of that Stone e In a Dark Season (en proceso). Sus poemas han aparecido en numerosas revistas literarias así como periódicos y antologías en inglés, francés, español y chino.

Con la ayuda de la traductora y poeta Diana Dimitrova Katzeva, el poeta habla de los años en que el joven se armaba de valor y coraje para denunciar el dolor que sufrían los Malawi por la mano del dictador.

¿Cuál ha sido el tema que ha predominado en su poesía?

África. Ha sido lo que me ha movido en todo.

¿Ha investigado sobre los escritores africanos y realizado antologías?

Sí. Recopilé los poemas de muchos que hablan sobre África y su situación, está en Poems from Central and Sout Hern África, que es un libro que contiene muchas reflexiones de mi pueblo, su cultura y manera de vivir. Me tomó diez años la investigación, sobre todo porque me encontraba con autores que había sido parte de la liberación de África central y del sur. Fue seleccionando y revisando lo que hacía cada autor.

¿Que tópicos de esta antología reúne la voz de estos poetas?

Está el colonialismo que se dio en Angola, Mozambique, parte de ese colonialismo portugués, así como el colonialismo inglés como en África del sur, en Namibia.

Está presente la lucha del colonialismo y el neocolonialismo en África.

Está la lucha de Botswana, que es representada en los poemas de Albert. G. T.K, que habla de la lucha de los pueblos. En estas voces de poetas está presente el viejo pensamiento y la lucha contra éste, que por mucho tiempo imperó en Angola y Mozambique.

¿Cuál ha sido la línea que ha marcado su poesía?

He hablado de todo. He escrito contra la dictadura de Malawi, sobre este gran dictador Hastings Kamuzu Banda como máximo representante del país y del Malawi Congress Party, que aparecía en la constitución como presidente vitalicio, pasó 30 años en el poder de 1964 a 1994. Él desarrolló una política represiva contra cualquier oposición que surgiera. Banda mantuvo relaciones con los gobiernos racistas de Sudáfrica y Zimbabwe, colaborando estrechamente con los portugueses en la represión de los movimientos independentistas. Se alió a los gobiernos blancos de Zimbabwe y Sudáfrica.

¿Qué libros o poemas publicó sobre la dictadura?

Así que publiqué Oearth, wait for me y Nightwatcher, Nighsong, en 1986.

Nacieron muchos poemas que son el canto de un pueblo que lucha, que sufre y que está atrapado por una dictadura, que lo único que quiere es reprimir, callar y permanecer perpetuo.

¿Estos poemas le valieron la censura, la represión?

Cuando escribí Un Poema de Amor para mi Pueblo empezó la situación a ponerse fea. La policía vino a mí y empezó a interrogarme, fue la policía política la que me persiguió por un tiempo, cuando vi el peligro me fui a Zambia, los amigos me decían que tenía que irme fuera de Malawi porque si entraba en la cárcel me iba a podrir ahí.

El dictador decía en sus discursos que el que estaba contra él sería alimento de cocodrilos. Él fue impuesto a los malawi por los ingleses.

Visiones y reflejos, mi primer libro, fue publicado en 1972 en Zambia, esto se vio mal y empezaron a verme como un opositor. Bueno, estaba hablando en contra de este presidente dictador y publicando mis poemas en Zambia, donde estaba la mayoría de los jóvenes que en ese momento no querían dictadura.

¿El exilio le fue difícil?

Claro, estaba lejos de mi familia. Pensé que si me iría a Zambia tendría mucho apoyo de aquéllos que estaban contra el dictador, pero no fue así. Cuando llegué me di cuenta que la misma oposición tenía muchas fracciones y entre ellos había muchas tensiones.

La situación en ese entonces fue complicada cada vez más. La policía interrogaba a los que llegaban de Zambia a Malawi, los interrogatorios eran extensos, te preguntaban quiénes estaban viviendo contigo, amigos, parientes, familiares, gente que conocías y así daban con el paradero de las personas hasta descubrir si eran o no opositores o simplemente eran fichados y cuando llegaban a Malawi eran encarcelados.

¿Viendo hacia atrás cómo mira su poesía?

Quiero hacer eco de las palabras de F. Sykes, a veces el poeta es parte del tiempo o busca la metáfora atrevida para la noche larga de la opresión, el poeta tiene que encontrar la luz, inspirar a la gente para que haya liberación y decir siempre la verdad, aunque lo haga un escritor peligroso, aceptar los retos que son sus poemas.

Es una pregunta que pensaré, por ahora sólo recuerdo las palabras de Sykes. Y la lucha se emprende a través de la poesía, la lucha es la palabra.

La Prensa Literaria

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