14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Paisaje. Pintura de Nicha Taylor. LA PRENSA/Archivo.

Lluvia de tomates prodidos

Frank Chipasula Los han tenido congelados, pero podridos, desde 1983 cuando podían haber dañado a una cabeza calva. Pero los cuidaron para una buena lluvia una lluvia perfecta de tomates podridos y el magnífico granizo de huevos duros, o simplemente huevos viejos almacenados para ese torrente desencadenado desde las oscuras nubes de su ira reprimida. […]

Frank Chipasula

Los han tenido congelados, pero podridos, desde 1983

cuando podían haber dañado a una cabeza calva.

Pero los cuidaron para una buena lluvia

una lluvia perfecta de tomates podridos y el magnífico

granizo de huevos duros, o simplemente huevos viejos

almacenados para ese torrente desencadenado

desde las oscuras nubes de su ira reprimida.

Sabían que tenían que responder a las mentiras con esa lluvia podrida,

han sido pacientes y esperaron treinta y tres años,

la edad de Jesús, brindando mejillas y nalgas a bofetadas y bastones,

para librar el aguacero torrencial

sobre las petrificadas y perennes mentiras que él

conjuró

Además los querían bien podridos, añejados

para que lograran la salpicadura más hedionda

¡al aterrizar en el amplio aeropuerto de esa nariz!

¿Cómo vamos a reprocharles por querer empaparlo

en el hedor de bien añejados, fermentados, sabios huevos?

¿Acaso no les enseñó él tanta violencia con sus palabras asesinas?

Una canción en primavera

Para Masauko

Mi canción danza en el círculo

de su propia luz:

Mira sus pies florecer

mientras danza una canción distante.

Mi hijo danza, camina sobre el sol:

¡Ha atrapado el sol en la palma de su mano!

Frota el sol con sus dedos

sus dedos florecen, sus dedos son

el sol que capturó, son la flor

que él hace ondular cuando danza en el círculo

de su propia luz

de su propio sol.

La borrasca

Para James

La lluvia lavó el abrigo del viento,

desempolvó la nariz de la montaña,

le lamió la sangre de su pico,

y enjuagó los aceites de pescado por el camino.

Aquí el camino que nos dejara atrás

se detuvo y aguardó por nosotros, nos preguntó

dónde habíamos estado

mientras desollaban la tierra.

Entonces el camino, desafiando la lluvia,

se escurrió entre montañas,

dejándonos asombrados imaginando

hacia dónde el delgado camino nos conducía.

Y nos preguntamos dónde había estado la lluvia,

esta lluvia que dejó gotas de sueño

en nuestras palmas para seminar la tierra de nuestros corazones.

Bajo los aleros del cielo posamos

nuestras mentes abiertas y las llenamos

con la pureza que caía del cielo.

Lluvia de tomates podridos

Los han tenido congelados, pero podridos, desde 1983

cuando podían haber dañado a una cabeza calva.

Pero los cuidaron para una buena lluvia

una lluvia perfecta de tomates podridos y el magnífico

granizo de huevos duros, o simplemente huevos viejos

almacenados para ese torrente desencadenado

desde las oscuras nubes de su ira reprimida.

Sabían que tenían que responder a las mentiras con esa lluvia podrida,

han sido pacientes y esperaron treinta y tres años,

la edad de Jesús, brindando mejillas y nalgas a bofetadas y bastones,

para librar el aguacero torrencial

sobre las petrificadas y perennes mentiras que él

conjuró

Además los querían bien podridos, añejados

para que lograran la salpicadura más hedionda

¡al aterrizar en el amplio aeropuerto de esa nariz!

¿Cómo vamos a reprocharles por querer empaparlo

en el hedor de bien añejados, fermentados, sabios huevos?

¿Acaso no les enseñó él tanta violencia con sus palabras asesinas?

Las tres primeras noches

La primera noche robó el sueño de mis ojos;

la segunda noche robó los sueños de mi sueño;

la tercera noche me amarró a una estrella.

*Referencia a mi regreso a Malawi tras 20 años y medio en el exilio.

Traducción de Omar Pérez

La Prensa Literaria

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí