- Una especialista le ofrece recomendaciones para evitar que los rayos solares dejen secuelas permanentes en su piel
Evitar la exposición directa a la luz solar dos horas antes y dos horas después del mediodía.
Utilizar ropa protectora del sol, sombrero o gorra, gafas.
Utilizar protector solar labial.
Utilizar pantallas solares de amplio espectro con un FPS 15 como mínimo.
Utilizar estructuras protectoras del sol, por ejemplo sombrillas.
Evitar el uso de productos que contengan alcohol como perfumes y colonias.
Evitar estar inmóvil en la playa.
Beber mucha cantidad de líquido (agua), y después de la exposición solar una ducha e hidratar la piel.
Desaconsejar el uso de cámaras solares, sustancias y lámparas bronceadoras.
Fotoprotección infantil
No exponer al sol a niños menores de 3 años.
Protegerles con ropa, gorra, gafas y protectores solares de altos índices, especiales para niños y resistentes al agua.
Utilizar fotoprotectores, incluso en la sombra y en todas las actividades al aire libre.
Hacerles beber agua con frecuencia.
En esta temporada de Semana Santa la costumbre es visitar los balnearios, ya sea el mar, piscinas, ríos, etc. Para disfrutar estas vacaciones a plenitud y con seguridad de no perjudicar nuestra piel daré recomendaciones para evitar que los rayos solares dañen y dejen secuelas permanentes.
La luz solar posee influencias positivas, pero también negativas sobre el organismo humano. Además de representar una influencia emocional, el sol tiene una importancia crucial para la producción de vitamina D. Por otra parte, la radiación solar puede causar quemaduras solares, envejecimiento de la piel e incluso cáncer. Para contrarrestar los efectos negativos del sol, la piel está equipada con mecanismos sofisticados como la pigmentación y una red antioxidante efectiva.
Los rayos que dañan
Nuestro planeta recibe del sol diariamente luz blanca visible, rayos infrarrojos y rayos ultravioletas, estos últimos son los que nos interesan.
Los rayos ultravioletas se dividen en 3: ultravioleta C (UVC), que son absorbidos por la capa de ozono; ultravioleta B (UVB) y ultravioleta A (UVA); los UVA y los UVB son los que debemos conocer a la hora de tomar precaución con el sol.
Los rayos UV son absorbidos casi en su totalidad por la primera capa de la piel, los rayos UVA son los que más profundamente penetran en la piel, y es la responsable de la fotosensibilidad, fotoenvejecimiento y participa en la formación de cáncer de piel, los cambios degenerativos de la piel, que se presentan con la edad.
Los rayos UVB son los encargados del enrojecimiento, de las quemaduras solares, bronceado. Por lo tanto, la exposición solar produce de manera inmediata el enrojecimiento solar, que se manifiesta al poco tiempo de exposición y alcanza su máximo a las 12-24 horas; suele ser seguido de la descamación y bronceado de la piel. Estos eventos van a estar dados también por el tipo de piel del individuo.
Tipos de piel
Recuerde, el tipo de piel es importante a la hora de protegerse y va desde el tipo I, que es el individuo de piel clara o rosada, pecoso, pelirrojo; tipo II, piel blanca, rubio o castaño, pecoso; tipo III, piel morena clara, sin pecas, cabello rubio o castaño; tipo IV, piel morena; tipo V, mulatos y piel VI, color negro.
Entre más rosado y blanco la exposición solar lo enrojece más; se quema más que se broncea y entre más oscura es la piel no se quema y se broncea más.
Doctora Tania Iris Aráuz Tinoco.
Dermatóloga. Clínica Piel de Ángel. Lomas de San Ángel. #1.