- Tania Aráuz es una reconocida dermatóloga aficionada a los ángeles
Familia: con amor y confianza se vencen todas las dificultades en el matrimonio.
Trabajo: es dermatóloga con especialidad en cosmetología y mesoterapia. Además de trabajar en su clínica privada con su esposo, trabaja en el Hospital Dermatológico Francisco Gómez Urcuyo y es docente en la Universidad Americana y de la Universidad de Ciencias Comerciales.
Tania Aráuz Tinoco es una mujer sencilla en su forma de ser, pero elegante al vestir, de hablar pausado y tierno. Junto a su esposo, con quien ya lleva 22 años de casada, ha formado el dúo perfecto para trabajar en equipo, ya que ambos son médicos con especialidad en dermatología y son propietarios de la Clínica Piel de Ángel.
Aráuz tiene 22 años de vivir en Managua, pero nunca olvida sus raíces norteñas, de las cuales se siente muy orgullosa, es originaria de San Rafael del Norte, con orgullo dice: Soy pueblerina.
Cuenta que durante sus estudios de Medicina conoció al amor de su vida, con quien hoy tiene tres hijos, un matrimonio estable y una clínica donde ponen en práctica sus habilidades dermatológicas.
Cuando conoció a su esposo ella era estudiante y él ya era todo un profesional, incluso fue su profesor. Cuenta que la dermatología fue algo que siempre le gustó, pero cuando se casó y ayudaba a su esposo en la clínica decidió que ésa sería su especialidad.
Además de trabajar en la clínica junto a su esposo, es docente en la Universidad Americana y en la Universidad de Ciencias Comerciales. La docencia me da mucha satisfacción porque con ello pongo un granito de arena en la formación de las futuras generaciones, dice con mucha modestia.
En su tiempo libre a Aráuz le encanta ir al gimnasio a hacer aeróbicos. Además disfruta nadar, ir al cine, leer y bailar.
Asegura que su prioridad es su familia y como profesional ser cada día mejor, así que aprovecha cada congreso ya sea a nivel nacional o internacional para actualizar sus conocimientos.
Un consejo de Aráuz es ser perseverante y siempre ponerse metas.
Fascinación por el arte sacro
Cada rincón de la casa de Aráuz está decorado con piezas de arte sacro. Ella afirma tener alrededor de unas 50 piezas. Cuenta que cuando viaja siempre busca una virgen o un ángel para su colección. Su afición por estas piezas le viene desde que era una niña, ya que siempre ha sido muy católica y nunca se perdía una misa de domingo.