Raúl Xavier garcía
A mi hermana Luisa García (q.e.p.d.)
Aún no hemos llegado a la siguiente esquina
y todo un pueblo duerme.
Míralo allí coronado de tristeza y una cruz,
y el miedo de morir le viene subiendo
por sus ojos profundos y vacíos.
Cuando la serenidad le llegue a sus manos,
podrás ver cruzar en el cielo las estrellas.
Sus peores horas son aquéllas cuando piensa,
preocupado por las cosas más simples
que no pase lejos de él,
como un pordiosero a la orilla de su tumba
a la espera que los gusanos ciegos lleguen
en busca de su sombra.
La piedra siempre será la piedra negra,
aunque vuelva a subir el camino,
aunque vuelva a bajar.
Veneno de amor
Eduardo José Espinoza G.
Tu amor
voló al pasar
dejando su calor,
cómo iba yo a pensar,
que eres pícara y embustera,
hechicera de tu encanto.
Pido a Dios que te mueras
para no sufrir tanto.