14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Prato:Manhattan, Brooklyn,Quenns y New Jersey

La historia como melancolía ondulada de esas calles, avenidas hermosas que fueron el testigo fidedigno y el establecimiento de “PRATO”, donde dos personas sesentonas, y el deseo temporalmente recompensó como entrañable residencia del mal. Morirá como todo un ser humano y ganará uno de esos escalones para el Cielo, le comentaba Napoleoncito bajo la gran […]

La historia como melancolía ondulada de esas calles, avenidas hermosas que fueron el testigo fidedigno y el establecimiento de “PRATO”, donde dos personas sesentonas, y el deseo temporalmente recompensó como entrañable residencia del mal. Morirá como todo un ser humano y ganará uno de esos escalones para el Cielo, le comentaba Napoleoncito bajo la gran ciudad a su jefe José. Pero, no creas que será fácil, pues detrás de ese hombre existe un ejército invisible, que a la hora de la intentona brotarán como hormigas de la tierra, replicó José. Será de manera natural, nadie lo podrá percibir, todo lo tengo bien calculado, no tenga temor mi querido jefe, le señaló Napoleoncito a José. Si es así, manos a la obra y no quiero ni un solo error, replicó José. Ve, metámonos en aquel cafetín a tomar algo para calmar este inmenso frío, ahí continuamos dialogando, señaló Napoleoncito.

La nieve en la inmensa ciudad caía incesantemente, que tuvieron que apresurar el paso. Se sentaron a la orilla de una ventana y ordenaron que les llevaran un par de tragos de Vodka con limón. En ese ínterin de degustar el trago de licor, sus pensamientos no los dejaban en paz, estaban atados en la mortificación de la trama que hilaban con revestimiento de dignidad malévola. ¿Cuándo te vas a Nicaragua?, preguntó José a Napoleoncito, su hombre de confianza. Bueno, después que deje ordenado el otro negocio de carpintería que tiene, más o menos dentro de cinco días, contestó Napoleoncito. Ya sabes que dos días después llego y no me busqués, no me hablés por teléfono ni me mandés razones con nadie, para eso te dejo una cuenta bancaria con suficiente dinero para que hagás el trabajo, le dijo su jefe José. A Napoleoncito le temblaban sus piernecitas y sonrió con tremendo gusto como todo ladronzuelo.

Napoleoncito a los cinco días viajó a su país natal e inició el trabajo, ya tenía con antelación comprado a los traidores del objetivo. Entonces, el suplicio inició durante años. Las idas y venidas al hospital de don Guadalupe eran la mejor señal de la maledicencia que habían tramado, estaba funcionando, pero debido a muchas manos amigas que intervinieron, cuando descubrieron lo que Napoleoncito pretendía contra Guadalupe fue frenada.

Con el tiempo, al ver Napoleoncito que el asunto se alargaba, tuvo que viajar fuera del país a contactarse con un emisario de su jefe José. A éste le pedían cuentas por qué no había cumplido. Napoleoncito argumentaba: “Es verdad, que ese hueso está duro, nunca me imaginé que tuviera un ejército invisible ese hombre, si de milagro no me han aniquilado a mí, pero prontamente se cumplirá el objetivo, hasta me di cuenta que le dicen el comandante sin tropa”. Esperamos que cumplás, le replicó el emisario de José. Si mis cálculos no me fallan, en este año 2003 será, replicó Napoleoncito. Está bien, señaló el emisario. Napoleoncito se fue cavilando a su apartamento. A los días volvió a su país. Se entrevistó de nuevo con los compinches traidores para planificar que en mayo era el ultimátum para aniquilar a don Guadalupe. En efecto, así fue, llegó mayo, con la salvedad que no fue aniquilado porque la mano invisible les truncó el camino, mientras tanto el experto en planificación y cálculo matemático en maldad decepcionado regresó donde el emisario contacto. Es la fecha y Napoleoncito no halla cómo entregar cuentas de la fortuna que su jefe le dio para cumplir con el aniquilamiento. Dios siempre estuvo en este caso, los amigos de Guadalupe y personas que siguieron de cerca el problema. La justicia, bondad imperó y la maldad desapareció. Napoleoncito y compañía tienen un lugar privilegiado en el infierno, pero el problema es que ni Satanás los quiere en su Reino.

La Prensa Literaria

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí