ACAN-EFE
El sacerdote trapense y poeta Ernesto Cardenal y el escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado lamentaron la muerte del escritor uruguayo Mario Benedetti.
Fuimos muy amigos. En los años setenta, en mi primera visita a Cuba, (Benedetti) estaba trabajando en Casa de las Américas. Quedamos bastante vinculados, recordó Cardenal, quien fue ministro de Cultura durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990), en declaraciones.
Escribí bastante sobre él (Benedetti) y él sobre mí. Es un gran poeta y tiene una inmensa popularidad. Muchos lo van a sentir y también muchas admiradoras, señaló el también dos veces nominado al Premio Nobel de Literatura (2005 y 2007).
El poeta, autor de Epigramas y Oración por Marilyn Monroe y que siendo ministro de Cultura en el gobierno revolucionario recibió la amonestación pública del Papa Juan Pablo II, que visitó Nicaragua en 1983, por mezclar política y religión, recalcó que Benedetti era sencillo y humilde.
También, agregó, fue solidario con la revolución sandinista cuando la tuvimos y cogió distancia totalmente cuando ya la perdimos.
Benedetti, de 88 años, visitó al menos tres veces Nicaragua durante los años ochenta.
En tanto, el escritor Ramírez Mercado destacó que de Benedetti siempre le impresionó la cantidad de jóvenes que asistían a sus recitales y que, incluso, coreaban sus versos.
Le pedían poemas como quien pide canciones. Esto, que la poesía puede llegar de manera masiva, me impresionó mucho de parte suya, apuntó.
Ramírez Mercado, quien fue vicepresidente de Nicaragua durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990), sostuvo que lo logrado por Benedetti es la aspiración de todo escritor, estar en el alma de los muchachos y que se enamoren o se consuelen.
El escritor uruguayo cumplió su meta: Hacer algo por los demás, enfatizó el autor de Margarita está linda la mar, con la que ganó el premio Alfaguara en 1998, y de Sombras nada más y Castigo divino.