- Católicos del mundo lo recordarán a 41 años de su fallecimiento por sus especiales carismas de santidad
Los Franciscanos Capuchinos se preparan para recordar a San Pío de Pietrelcina, quien fue un fraile especial de Dios que dedicó su vida al dolor de los enfermos.
La parroquia Monte Tabor realiza hoy domingo procesión con la reliquia del padre Pío y a continuación una misa solemne a cargo del párroco del lugar, el fraile Fernando Espinoza.
“La obra de San Pío fue una obra maravillosa por la cual ayudó a sanar tanto el cuerpo como el alma de muchas personas y que hoy en día continúa, ya que muchas personas encuentran el alivio a sus penas por la intercesión del padre Pío”, dice el fraile.
San Pío es considerado el heredero espiritual de San Francisco de Asís. El padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. Él es conocido en el mundo como el “Fraile” estigmatizado.
“El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas y fe por la salvación de las almas. De eso dan fe los muchos testimonios de su obra de inmensa santidad”, señala el fraile Fernando Espinoza.
Insiste que los muchos testimonios sobre su gran santidad de fraile llegan hasta nuestros días. “Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos causa de sanación en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu. Pero aún en nuestros días sigue sanando desde su intercesión”, afirma el religioso.
El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina, Italia, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació en una familia humilde.
San Pío, quien se dedicó por completo a la oración, falleció el 23 de septiembre de 1968.