Dicen que Raquel lloró por nosotros.
Es como el dolor de ver y sentir algo sin explicación.
Un llanto que ni el que llora lo entiende
Pero nace del dolor.
De la angustia.
La esposa de Jacob lloraba nuestro futuro sufrimiento,
Como una madre llora por su hijo,
que sabe aunque sin certeza,
que sufrirá más adelante.
¿Por qué lloraba Raquel con tanta amargura?
El dolor era como un código en su llanto
que paralizaba a los que lo oían.
Y lloraron con ella lo que la oyeron.
Aun puede escucharse el llanto de Raquel.
Ramá fue testigo
de un dolor que no tiene nombre.
-Amargura del alma- dicen,
Porque va más allá de cualquier dolor,
y casi incurable porque algunos
hasta acaban muriendo de tristeza.
Los gritos de Raquel inundaron
el túnel de los tiempos.
¿Cómo iba a borrarse semejante dolor?
¡Benoni! Clamaba
Que quiere decir -hijo del dolor-,
Cualquiera creería que su hijo moría,
Pero no era él,
eran los que nacerían de él.
Lloraba por los marcados por una horrenda muerte espiritual
en el futuro.
Y también ella con sus gritos, como que profetizaba
su marcha de este mundo con el parto.
Definitivamente no era llanto de alegría,
Era llanto de sufrimiento.
Sus gritos cósmicos tocaron la textura de los cielos
e hicieron vibrar de compasión
a los ángeles abandonados.
Y muchos aun los oímos.
Desde el oro lado del mundo,
Desde el otro lado de la historia
Las mujeres lloran con Raquel
Por sus hijos drogadictos,
Por sus hijos alcohólicos,
Por sus hijos enfermos,
Por sus hijos tristes.
Raquel aún llora.
Como un coro de voces desgarradas se escuchan
Llorar las mujeres del mundo.