1. Prepara el lienzo.
Lo primero es darle a tu piel su protección y vitaminas con una crema hidratante que corresponda a tu tipo de piel y supla sus necesidades. Si tienes piel seca, aplica el hidratante diez minutos antes de aplicar la base o el polvo suelto.
2. Menos es más.
Varias aplicaciones ligeras en cuanto a la base, corrector y polvos son más efectivas que una sola aplicación pesada. Si tiene más de 40 años recuerde que menos maquillaje la hará lucir más fresca y tenga cuidado con escoger un corrector de contextura gruesa porque se alojará entre las líneas de expresión.
3. Diez años menos.
Resalte los mejores atributos de su rostro. Tome de ejemplo a la actriz Eva Longoria, quien prefiere mostrar las piernas al escote cuando escoge qué ponerse. Aplica esta fórmula en su cara y si sus ojos son hermosos, muéstrelos; si sus labios son gruesos ilumínelos con gloss o un día para variar píntelos de rojo.
4. Color natural.
Para el rubor perfecto es necesario que utilice como guía el tono natural de su piel. Según la revista InStyle, el truco es encontrar un color que se parezca al tono que agarran sus mejillas cuando se sonrojan luego de una sesión de ejercicios. Para una prueba rápida dése unos golpecitos en el rostro y use el color resultante como guía. El rubor en crema es grandioso para pieles maduras.
5. Marco de los ojos.
El peor error que puede ocurrirle a sus cejas: hacerlas muy delgadas o demasiado oscuras. Hoy se quiere conseguir un look natural entonces es hora de que cambie el lápiz de cejas por un pincel de punta rectangular y sombra para sus cejas. Escoja un color de sombra que se parezca un tono o dos tonos más claros que su cabello.