Saúl Martínez
Otras 444 consultas se han realizado en distintas zonas este fin de semana. Incluye 170 atenciones por problemas respiratorios, 14 con neumonía y dos niños hospitalizados.
El coronel José Israel Estrada Walter, jefe del segundo comando militar, dijo que 200 efectivos se mantienen distribuidos en la zona del volcán San Cristóbal, Versalles y El Pellizco, en Chichigalpa.
[/doap_box][doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
- 198 personas permanecen albergadas en la escuela Francisca González, de Chichigalpa. Hay 21 en la escuela Belén, de Chinandega, y 305 se autoevacuaron.
[/doap_box]
El volcán San Cristóbal retorna poco a poco a la normalidad. Ayer solo se reportó salida de gases y la ceniza que se percibió es la que se mantiene en las laderas del coloso.
Según expertos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), 823 mil metros cúbicos de ceniza fueron lanzados por el volcán San Cristóbal y parte de estos quedaron en las cárcavas.
La ceniza cayó hasta una distancia de 291 kilómetros cuadrados, sin embargo por la dirección del viento no afectó camaroneras del Estero Real.
Ayer los equipos instalados del Ineter reportaban rangos normales de entre 70 y 55 unidades de RSAM. (Unidad de Medida de la Presión Volcánica).
El técnico vulcanólogo David Chavarría González dijo que si en dos días no ha salido cenizas “esto indica que el sistema ya perdió presión y solo emana gases. Respecto a la apariencia que lanza cenizas, pero son las ráfagas de viento. El pasado 8 de septiembre fueron tres expulsiones de cenizas pero esta vez fue continua”.
SIN CONTAMINACIÓN
Hasta ayer no se reportaba muerte de animales, pero pobladores de la comarca Dulce Nombre de Jesús dijeron que han muerto aves. La zona suroeste es la más afectada.
Emigdia Ferrufino, delegada de Enacal, descartó contaminación en las aguas de pozos, a causa de cenizas.
Indalecio Pastora, secretario político y alcalde electo, dijo: “Hay inquietud de la gente por regresar a sus lugares. Se les ha expresado de la gravedad que sus niños estén respirando el dióxido de azufre, que puede traer epidemia grave”.
“Las cañadas estaban hondas pero ahora con la arena y ceniza se ven parejas”, dijo José Israel Soto desde la comunidad Versalles, quien espera que lleguen sus familiares este lunes.
Él decidió quedarse en su ranchito para proteger las pocas pertenencias que tienen.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 A