En su casa Román “Chocolatito” González parece ser el mismo, solo que con más dinero, con prendas de marcas, con vehículos a su disposición, chofer y amigos que también funcionan como guardaespaldas. En Rusia lo llamarían el Zar del boxeo, y actualmente su ambición no tiene límites. González se perfila para convertirse en tetracampeón mundial y luego de la coronación del japonés Naoya Inoue en las 115 libras sobre Omar Narváez, el destino lo guiaría a enfrentar al novel campeón.
Un hombre con sangre ardiente en el cuadrilátero, que nunca delata su intención ni revela sus pensamientos con un gesto es “Chocolatito” González. “Me siento muy agradecido por todas las distinciones obtenidas en este año y espero la pelea contra el japonés”, dice el peleador, mientras la página OneofJapán augura el combate del nica con una probable transmisión de la televisora FUJI-TV por las relaciones de las promotoras.
“Yo ganaré la cuarta corona. Todo indica que será al final del año contra Naoya Inoue”, indica Román sobre el muchacho maravilla, que con ocho peleas es dos veces campeón mundial (Minimosca y Supermosca) y dejó a un paso de la duodécima defensa al argentino Omar Narváez.
¿Por qué hablás con tanta seguridad de enfrentar a Naoya Inoue?
Porque lo reté cuando estuve en Japón y entre los promotores dijeron que si él derrotaba al argentino Omar “El Huracán” Narváez yo lo enfrentaría al final del año 2015. Y él ganó por nocaut, es que también el argentino ya estaba viejito. Naoya quiere pelear conmigo, él dijo que quería enfrentarme.
¿Cómo te imaginarías una pelea contra el japonés?
La verdad es que sería una pelea fuerte, muy difícil, pero él no ha enfrentado a un boxeador como yo, que tenga mi calidad y ejerza presión durante toda la pelea, que esté encima y tire golpes de todos lados como lo hago yo hasta sofocarlo. Narváez ha decaído y no es para nada el mismo de antes.
¿Y pelear en 115 libras no considerás que afectaría tu velocidad o acoplamiento?
Claro que sí, eso me resta mucha ventaja, demasiada diría yo. Sin embargo estoy consciente que con un título más y derrotar al mejor de esa categoría me volvería un mejor peleador. Peleas como esas son las que te hacen crecer y tengo buena defensa para chocar con sus buenos golpes.
Este año te han colmado de reconocimientos por tu calidad boxística y el excelente año que cerrás, ¿qué te faltó por hacer?
Nada. Fue un año completo. Hice cuatro peleas y en las cuatro derroté por nocauts a mis oponentes, además fui tricampeón mundial. No puedo pedir más. Todo está saliendo bien y junto con mi apoderado Carlos Blandón sabemos que vienen cosas buenas.
Ser escogido como el peleador latino del año para ESPN y LMB te coloca por encima de Miguel Cotto, Canelo Álvarez, “El Gallo” Estrada entre otros, ¿en tu valoración te ves superior a ellos?
Yo no me siento superior a nadie. He ido ganando prestigio. Me siento orgulloso por todo lo que he hecho, pero solamente hago mi trabajo, que es entrenar todos los días para ganarme los frijoles. Repito no soy más grande que nadie.
¿Qué esperás del año 2015?
Lo principal es la salud y que Dios me dé la fuerza para seguir adelante, porque sin él no somos nada en esta vida.
¿Y en el boxeo?
Que todo nos vaya bien. Sé que ganaré la cuarta corona y me seguiré enfocando en eso.