Grupos de derechos civiles, en el Estado de la Florida, continuarán con la campaña Drive safe, Sunshine State , cuyo propósito es lograr que la legislatura estatal apruebe una ley que otorgue licencias de conducir a inmigrantes sin estatus legal en Estados Unidos.
Bertha Sanles, activista de United Families, una de las organizaciones de la coalición que luchan por una reforma migratoria integral, dijo que la campaña por las licencias continuará en el 2015, debido a que la medida ejecutiva, anunciada por el presidente Barack Obama, solo beneficiará a una parte de los inmigrantes indocumentados, cuatro o cinco millones, según las estimaciones del total de once millones sin estatus legal.
Sanles, originaria de Bluefields, Nicaragua, es una de las beneficiarias de la medida ejecutiva por ser madre de una menor nacida en Estados Unidos, sin embargo seguirá respaldando la lucha por las licencias de conducir.
“No todos vamos a ser beneficiados con la acción ejecutiva anunciada por Obama, muchos no cumplen con los requisitos, es duro, pero seguiremos luchando por lograr que se apruebe una ley que otorgue licencias, ahora con mucha más razón, me dio mucha tristeza ver a otros inmigrantes llorando porque han esperado muchos años y no van a ser beneficiados”, comentó Sanles.
María Bilbao, activista pro inmigrante, dijo que siguen trabajando en función de lograr la aprobación de la ley, una tarea que asegura no es fácil debido a la negativa del gobernador de la Florida, Rick Scott, de apoyar las licencias de conducir para indocumentados.
Bilbao precisó que ante la ausencia de una reforma migratoria y el limitado beneficio de las medidas ejecutivas anunciadas por el presidente Obama solo para un sector de inmigrantes, los Estados deben promover iniciativas que ayuden a sus comunidades inmigrantes.
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