Debido a los amplios plazos que requerían los trámites para el ingreso de los cargamentos de madera cosechada a los puertos o puestos fronterizos, este año y por segundo consecutivo, los reforestadores locales no alcanzarán la meta de enviar al mercado internacional 30,000 metros cúbicos de madera cultivada, ya sea en rollo o procesada.
Sin embargo, confían en que con las nuevas disposiciones aprobadas por el Instituto Nacional Forestal (Inafor) —que entraron en vigencia recientemente- en el 2017 finalmente esta meta pueda alcanzarse.
“Este volumen definitivamente este año no se logrará, como consecuencia de la medida de paralización de los aprovechamientos forestales que adoptó Inafor a principios de abril, medida que afectó también las actividades de madera de plantaciones. Y aunque tres semanas después fue renovada la emisión de guías de transporte, desde entonces los trámites estuvieron sumamente lentos, con los consiguientes incumplimientos a los clientes y nuevamente pagos de multas por demoras”, explicó el presidente de la Asociación Nacional de Reforestadores (Confor), Salvador Mayorga.
Sin embargo, la resolución administrativa CODA 57-2016: normas administrativas para el transporte y exportación de madera proveniente de plantaciones forestales en rollo y procesada, emitida en noviembre, establece nuevos plazos.
Solo dos días hábiles
“El proceso para la aprobación de la constancia de inspección técnica para exportación de madera tendrá una duración de dos días hábiles, contados a partir de la solicitud de la constancia de inspección técnica para exportación de madera realizada por el solicitante en la delegación municipal de origen”.
El nuevo plazo establecido por Inafor coincide con el de la mayoría de países de América Latina, que oscila entre dos y tres días y que ha servido como referencia para que las navieras incluyan en sus tarifas el alquiler de los equipos por hasta cuatro días. Una vez pasados los cuatro días cobran al exportador penalidades de entre 100 y 120 dólares diarios.
Teniendo en cuenta que desde 2015, cuando se comenzó a exportar madera cultivada, los trámites tomaban entre 15 y veinte días, en muchas ocasiones las multas superaban los márgenes de ganancia, por lo que incluso en 2015 los socios de Confor suspendieron los despachos, y a lo largo de 2016 —pese a las negociaciones con el Gobierno— continuaron enfrentando una situación similar.
Exportan con nuevo plazo
“Todavía en septiembre y octubre de este año, el despacho de contenedores por Corinto estuvo tomando entre 15 y veinte días”, asegura Mayorga.
Por su parte Ove Faurby, vicepresidente de Confor, confirma que en los días previos a las vacaciones navideñas algunos socios lograron hacer embarques bajo esta nueva normativa y los plazos se cumplieron.
Aunque los socios de Confor aún no establecen metas para el nuevo año, Faurby considera que en cuanto a exportación se mantendrá la de años anteriores: colocar en el mercado externo 30,000 metros cúbicos de madera cultivada, ya sea en rollo o procesada.
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Esto porque las plantaciones que pasaron por el proceso de raleo (extracción) en los dos últimos años deben esperar de uno a tres años más para volver a realizar este proceso. “Por eso no vamos a superar esa meta de 30,00 metros cúbicos, son procesos normales de todos los rubros”, sostiene Faurby.
Añade que será hasta en 2018 o 2019 que se eleve el volumen de producción, ya que varias empresas comenzarán a ralear sus plantaciones, y en unos cinco años más entrarían en producción plena las que iniciaron el proceso de raleo en los últimos tres años.
Medida equivocada
En abril pasado, el Gobierno paralizó “de hecho” el corte, aprovechamiento, traslado y comercialización de madera, tanto de bosques naturales como de plantaciones forestales. La medida que surgió como respuesta a las múltiples denuncias sobre el deterioro de los bosques de pino en Las Segovias —que estaban siendo arrasados con el pretexto de eliminar la plaga de gorgojo descortezador que los afectaba—, provocó cuantiosos daños a la incipiente industria forestal del país, pero tras dos semanas de negociaciones las autoridades suspendieron la medida. No, obstante, eso impidió que los reforestadores alcanzaran este año sus metas de exportación de madera cosechada.
Van por 1,500 hectáreas
Durante el 2017 los integrantes de la Asociación Nacional de Reforestadores (Confort) esperan concretar la meta de establecer 1,500 hectáreas (unas 2,130 manzanas) de nuevas plantaciones forestales, dice Ove Faurby, vicepresidente de la organización.
Para el directivo de los reforestadores es importante que finalmente este año se logre cumplir esta meta que ha enfrentado algunos obstáculos en los años previos. “Seguimos con la meta de 1,500 hectáreas (unas 2,130 manzanas) anuales como gremio.
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“Al final este año no fue tan malo, es cierto que por los atrasos que provocó la paralización de actividades en abril (por una decisión gubernamental que buscaba proteger los bosques de pino) no logramos completar esa meta, pero al menos superamos las mil hectáreas (1,420 manzanas) y confiamos que en el nuevo año sí llegaremos”, sostiene Faurb