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Román González le arrebató el título de las 115 libras del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al mexicano Carlos “Príncipe” Cuadras, en un combate fulgurante.    LA PRENSA/Josh Lefkowitz/Getty Images/AFP

“Chocolatito” González: “Yo soy un boxeador de todo el pueblo”

Además de llevar el boxeo a alturas jamás conseguidas por un pugilista nicaragüense, Román González cimentó su legado y se convirtió en ejemplo. Por eso LA PRENSA lo ha elegido como el Personaje del año 2016

El más grande entre los grandes boxeadores de la actualidad, es en realidad pequeño. Nacido en el barrio La Esperanza de Managua, Román “Chocolatito” González tiene escondido en su pequeño chasis, la mezcla perfecta de exquisitez y poderío, que le ha permitido cabalgar a desesperada velocidad hacia la grandeza.

Sus 5’3 pies de altura, no le permiten propiamente un gran despliegue atlético, pero su estilo elegante y capacidad destructiva, despiertan admiración por donde pasa, mientras arrasa oponentes y sitúa al pugilismo en el universo de los sueños. No es un peleador perfecto, pero constituye la mayor aproximación en el boxeo de hoy.

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En este 2016, González avanzó sobre terrenos inexplorados por boxeadores nicaragüenses. Tras defender la corona mundial de las 112 libras del CMB ante McWilliams Arroyo el 23 de abril, Román saltó al casillero de las 115 libras del CMB el 10 de septiembre y después de una vibrante batalla que se fue al límite, destronó al monarca Carlos Cuadras.

Eso le permitió retener la distinción de mejor boxeador libra por libra del mundo por la revista The Ring, pero a la vez, fue nombrado Boxeador del Año del Consejo Mundial de Boxeo y Boxeador Hispano del Año por ESPN, mientras que con su cuarta corona, elevó la vara con la que se ha de medir a pugilistas pinoleros del futuro.

El personaje del año

González consiguió subir a las alturas y conquistó el reconocimiento del mundo del boxeo, pero no perdió contacto con el piso. Su brillante talento palidece ante la sencillez de su personalidad, mientras su legado crece y su ejemplo se fortalece. Por eso LA PRENSA lo ha seleccionado como su Personaje del Año 2016.

“Me alegra mucho esta distinción como cada una de las que he recibido. Creo que este ha sido un gran año, gracias a Dios, y solo me queda seguir trabajando para asegurar el futuro de mi familia y a la vez, darle emociones al pueblo de Nicaragua”, señala el pugilista, mientras aparta el sudor de su cara, tras una sesión de entrenamiento.

González ahora aparece en portadas de revistas internacionales. HBO le transmite sus peleas y ha seleccionado su combate con Cuadras como uno de los mejores del año, el que incluso ha retransmitido. CNN lo ha entrevistado como un deportista de éxito y es común verlo en ESPN, pero no deja de emocionarlo aún aparecer en medios nicas.

“Recuerdo la primera vez que salí en LA PRENSA. Fue muy emocionante para mí. Yo quería comprar todos los periódicos. Eso me animó mucho para seguir, por eso les pido que no dejen de motivar a todos los atletas. Aquí hay buenos boxeadores, pero tenemos que darles un empujón. A mí me ha servido mucho”, señala el tetracampeón.

La muerte de Arnulfo

El año en el que conquista una cuarta corona y le permite elevarse incluso más allá del nivel conseguido por Alexis Argüello desde el punto de vista boxístico, fue también el mismo en el que falleció su entrenador Arnulfo Obando, quien después de nueve años al frente de su preparación, perdió la vida víctima de un infarto, tras un derrame.

“Ese es un golpe del cual no he podido reponerme todavía. Establecimos una relación muy buena con Arnulfo y la verdad es que lo extrañamos cada día. Yo lo quería como a un padre. Nunca le falté al respeto. Y a pesar de lo que algunos medios dijeron, él probó que era un buen entrenador. A mí me ayudó muchísimo”, aseguró González.

Arnulfo y el “Chocolatito”, estuvieron juntos por última vez en el combate ante Carlos Cuadras, quien resultó el peleador más complicado para el nica. Román tuvo que ir a fondo para imponerse a un pugilista que esquivó bastante de su castigo y golpeó como ninguno otro al pinolero, vencedor legítimo, pero no con la ventaja anticipada.

“Cuadras ha sido el peleador más difícil que he enfrentado. Se movía mucho y me hizo fallar muchos golpes. En un momento me sofoqué porque no le pegaba con potencia. Él me metió muchas manos que no debieron entrar, pero eso es parte de la experiencia, del aprendizaje que uno tiene que pasar parar mejorar”, explica.

La cuarta corona

Ocho años después de capturar su primer título mundial en Japón ante Yutaka Niida, el “Chocolatito” alcanzó el “Everest” para el boxeo nacional con una cuarta corona, un cetro que ni el mismo Alexis Argüello pudo conseguir. Y aunque cada una fue importante, la cuarta diadema le causó una emoción muy especial al púgil de La Esperanza.

“Obtener el primer título es especial porque vivís una emoción que es desconocida para vos y luego sentís el cariño de la gente. Y cada una de las siguientes coronas fueron de mucha alegría para mí, una bendición de Dios, pero la cuarta ha sido la más difícil y eso la hizo especial, además que ningún nicaragüense la había conquistado”, dice.

González reconoce ahora, que debió haber realizado un combate preparatorio antes de ir ante Cuadras a pelear por el título, pero se justifica diciendo que deseaba enfrentar al mejor campeón de las 115 libras y ese era el azteca. Sin embargo antes de tomar una revancha con él, desea un enfrentamiento de fogueo en el casillero súper mosca.

“Yo quiero la pelea de revancha ante Cuadras y en algún momento se va a dar, pero no quiero ir directo a la boca del lobo. Debo prepararme mejor para que no quede ninguna duda sobre quién ganará. Hay gente que quiere la pelea ya, pero yo debo velar por mis intereses y considero que este no es el momento. Debo esperar”, explica Román.

“Me gustaría llegar a ser un ejemplo”

Aunque existe una posición unánime sobre la calidad del “Chocolatito”, refrendada por expertos internacionales del boxeo, a nivel local frecuentemente está en medio de una polémica generada por su filiación con el partido de gobierno, el Frente Sandinista, lo mismo que el hecho de que sube al ring con indumentaria y propaganda partidaria.

“Mi punto es, que cada quien debería pichar su juego, pero yo sé que en Nicaragua no es así. Si las cosas no se hacen como cada quien desea, está mal. Yo siento gratitud por la ayuda y cariño que siempre he recibido de la familia presidencial, incluso desde antes que fuera campeón. Pero yo me siento un peleador de todo el pueblo”.

González pondera que sus combates reúnen a la población y estima que más allá de los asuntos partidarios, piensa que una mayoría desea que se imponga en sus peleas, como ha ocurrido hasta ahora, después de 48 enfrentamientos. Pero ganar siempre no es tarea fácil. Para hacerlo, trabaja duro cada día en los entrenamientos en el gimnasio.

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“Me gustaría ser un ejemplo para los jóvenes. Sé que hay muchos chavalos que desean ser como yo. Eso me obliga a entrenar duro cada día. Además, yo he sido un peleador que no me conformo con lo que ya hice, siempre deseo más. Yo no estoy pensando en una quinta corona o algo así, pero en el fondo me gustaría conseguirla”, indicó.

Román “Chocolatito” González se volvió una figura mundial tras su cuarta corona. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE

Tres años más y fuera

El pasado 17 de junio, Román “Chocolatito” González arribó a 29 años, así que a juzgar por sus declaraciones, lo más que le queda en el boxeo son tres años.

“A los 32 voy de viaje, incluso aunque esté ganando bien todavía, pero no quiero vivir toda la vida boxeando. Quiero retirarme con salud”, asegura el púgil.
Para asegurar su futuro, el “Chocolatito” ha realizado varias inversiones. Por lo general no se refiera al tema, pero tiene una miscelánea y abrió un autolavado.

“Tengo varias cosas en las que invierto porque quiero retirarme joven y no pasar apuros en el futuro. Así que con la ayuda de Dios, hay (ahí) vamos avanzando”, dijo.

González tiene una opinión disímil sobre el trabajo de los medios de comunicación. De acuerdo con su punto de vista, hay quienes hacen bien su trabajo y quienes no.

“No voy a juzgar a nadie, pero aquí hay gente que está atenta a cualquier fallita y ya te hacen una cosa grande. Pero también hay gente muy profesional”, aseguró.

46-0, 38 KO

Es el récord profesional de Román “Chocolatito” González, quien con sus cuatro coronas del mundo y sus reconocimientos internacionales, se ha convertido en el boxeador nicaragüense que más alto se ha elevado.

Nacionales boxeo Chocolatito Román González archivo

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