En los últimos años, el río San Juan ha sido vendido como uno de los destinos estrella de Nicaragua a nivel internacional.

Río San Juan: un paraíso verde en Nicaragua
Lunes 12, Junio 2017

Una flor de ornato destaca ante el verde de los caminos en El Castillo. LA PRENSA/Lissa Villagra

En los últimos años, el río San Juan ha sido ofertado como uno de los destinos estrella de Nicaragua a nivel internacional. LA PRENSA/Lissa Villagra

El Castillo, en Río San Juan, está catalogado como selva tropical, con condiciones climáticas húmedas. LA PRENSA/Lissa Villagra

En verano, los pobladores de El Castillo acuden a quebradas o a la orilla del río San Juan para lavar ropa; pues el agua que reciben apenas alcanza para cocinar y tomar. LA PRENSA/Lissa Villagra

Según pobladores, el agua que toman aproximadamente 4,000 personas que conforman esa comunidad, proviene de una quebrada y que llega a las viviendas por gravedad. LA PRENSA/Lissa Villagra

Boca de Sábalos es la cabecera del municipio de El Castillo, en el departamento de Río San Juan. El río Sábalos divide al pueblo y hace dos meses la barcaza que traslada los vehículos y mercadería de un lado a otro está en mal estado. LA PRENSA/Lissa Villagra

En la actualidad, los pobladores de El Castillo están a la espera de un proyecto de tratamiento del agua por parte de las autoridades del Gobierno central. LA PRENSA/Lissa Villagra

Para cruzar el río Sábalos en lancha o botes, las personas pagan dos córdobas, ya que actualmente no existe un puente. LA PRENSA/Lissa Villagra

Caída de la tarde sobre la ribera verde del río Sábalos, en El Castillo, Río San Juan. Este río divide al pueblo en dos. LA PRENSA/Lissa Villagra

Una gota de lluvia refresca la flora de la comunidad de Boca de Sábalos. LA PRENSA/Lissa Villagra

Un niño observa su entorno en Boca de Sábalos, poco después de despertar. LA PRENSA/Lissa Villagra

Desde muy temprano, los pobladores de Boca de Sábalos buscan agua potable para el sustento de sus hogares. LA PRENSA/Lissa Villagra

Pese a que la comunidad de El Castillo, del municipio del mismo nombre, está rodeada de agua, sus habitantes sufren por la escasez del líquido potable. LA PRENSA/Lissa Villagra
