Los dueños de negocios tienen esperanza que los turistas los visiten en Año Nuevo y así generar venta de productos y y ofrecer los servicios. en la Boquita, Diriamba. Los propietarios manifestaron que este 25 de diciembre, con relación a años anteriores, las ventas estuvieron bastante bajas.
“Ya estamos preparados, esperamos mucha afluencia de clientes, no solo para el área de restaurante, sino también para el de las habitaciones. El 25 obviamente esperábamos más clientela…, pero estuvo bastante palmado, supongo que por la crisis sociopolítica en la que estamos ahora afectó”, dijo Suleyka Parrales Sánchez, propietaria del hotel y restaurante Suleyka.
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Refiere que los precios en la venta de las comidas se mantienen, “tenemos platos desde 80 córdobas en adelante, es decir para todo tipo de bolsillo, entonces aprovecho para hacerle la invitación a las personas a que nos visiten, dado que tendremos promoción de platos fuertes y del día, también habrá promoción de cervezas y licores”, aseguró.
Ventas malas
Raquel Velázquez Romero, propietaria de restaurante Sandy, dijo que el martes pasado le fue pésimo.
“El 25 estuvo bastante bajo y ahora esperamos que el primero sea un poquito mejor, ojalá que así sea. En realidad, no tuve mucho producto pegado, porque nosotros nos balanceamos con la situación que se ha venido dando en el país y que nos ha afectado, entonces calculamos cuántos clientes podrían bajar y así invertimos en productos”, expresó Velázquez.
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Ella también coincide que la poca visita de clientes, obedece a la situación sociopolítica que atraviesa el país. “Hay gente que está sin trabajo y la que tiene un poco de dinero, no quiere salir a mal gastarlo. La situación está bastante dura para que la gente salga a parrandear los cuatro pesitos que tiene”, dijo.
La temporada de Semana Santa, es cuando más afluencia de turistas y veraneantes hay en ese balneario. Las malas ventas, según propietarios de negocios, se empezaron a sentir en abril que iniciaron las protestas en contra del régimen.
En Jinotepe, con los tranques y luego del desmantelamiento de los mismos con el plan limpieza que ejecutó el régimen con sus paramilitares, muchos restaurantes y pequeños negocios dejaron de funcionar.
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Los transportistas que cubren la ruta Casares y La Boquita, también tienen la esperanza que este 1 de enero les vaya mejor.