14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

La comunidad indígena que sufre de malaria en Venezuela

El Tukuko es afectado por el Plasmodium vivax, una forma de malaria menos letal que la otra cepa, Plasmodium falciparum, que prevalece en las regiones amazónicas del sureste de Venezuela. El gobierno de Nicolás Maduro no hace nada al respecto.

Jueves 11, Julio 2019
En El Tukuko, la acción del gobierno es lejana, pero sus símbolos están cerca. En la entrada del ambulatorio local, un cartel del líder socialista Hugo Chávez, fallecido en 2013, custodia a los visitantes. LA PRENSA/AFP
La espesura de la selva venezolana no le da calor. José Gregorio tiene frío. "Me duele el cuerpo, la cabeza, tengo fiebre", se queja este indígena. El diagnóstico: malaria, un mal erradicado hace años entre los yukpa, pero que volvió con la crisis, como en el resto de Venezuela. LA PRENSA/AFP
El Tukuko, un pueblo al pie de las montañas que cruzan la frontera con Colombia, a más de tres horas en auto desde Maracaibo, la capital del estado Zulia (noroeste). Con 3.700 habitantes, es el asentamiento más grande de indígenas yukpa. LA PRENSA/AFP
No hay estadísticas oficiales sobre la malaria en El Tukuko, ni sobre el número de muertes que causa. Pero el médico Carlos Polanco señala, desde la sala de la misión católica donde atiende, que de cada 10 personas que van al laboratorio a hacerse la prueba de paludismo (malaria) "entre cuatro o cinco salen positivo, o hasta más. Es una cifra alarmante". LA PRENSA/AFP
Nelson Sandoval, un fray capuchino que está dando el descanso eterno a un fallecido dice que "antes de ser fraile conocía esta comunidad y nunca había visto ningún caso de malaria aquí. Esto es una pandemia". LA PRENSA/AFP
El Tukuko es afectado por el Plasmodium vivax, una forma de malaria menos letal que la otra cepa, Plasmodium falciparum, que prevalece en las regiones amazónicas del sureste de Venezuela. LA PRENSA/AFP
Según Sandoval y Polanco, la razón de la vuelta de la enfermedad es simple. Hace unos años, el gobierno venezolano enviaba regularmente empleados para fumigar. Esos humos atacaban a los mosquitos Anopheles, transmisores de la malaria, y la enfermedad estaba bajo control. Pero estas campañas de fumigación se detuvieron, según Sandoval, y al aumentar la población de mosquitos, "vino el paludismo corriendo". LA PRENSA/AFP
A lo anterior se le suma la desnutrición, como el caso de Rosa. Tumbada en el suelo de su casa, con una camisa demasiado grande, lo pasa mal. A los 67 años, esta es la tercera vez que padece malaria. "El médico me pesó: 37 kilos; antes pesaba 83", dice. LA PRENSA/AFP
"Anteriormente (los yukpa) variaban su consumo porque había un poco más de accesibilidad a los insumos. Pero ahorita no es fácil variar. La situación de inflación no les permite", explica el médico Carlos Polanco. Y "se contentan con consumir lo que cultivan, como yuca y plátano". LA PRENSA/AFP
La expansión de la malaria ha ido de la mano con la profundización de la crisis en Venezuela. Por ello la construcción de este laboratorio improvisado donde se procesa la sangre de pacientes sospechosos de tener malaria. LA PRENSA/AFP
La doctora Luisana Hernández se desespera al pedir alguna ayuda pública. "Cada día el deterioro es más", dice. Los refrigeradores para almacenar vacunas no funcionan porque pese a que hay un generador eléctrico, cuenta, no lo han podido hacer funcionar por la falta de combustible. "Hemos tocado puertas y nada", dice. LA PRENSA/AFP
Sin posibilidades de traer medicamentos de la ciudad y sin recursos para prevenir, erradicar la malaria parece una misión casi imposible. El mejor ejemplo es esta ambulancia dañada que permanece varada frente a una clínica ambulatoria. LA PRENSA/AFP
LA PRENSA/AFP
Imágenes
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí