El Ministerio de Salud (Minsa) lleva seis días consecutivos sin informar sobre el avance del Covid-19 en Nicaragua. La última vez que apareció en televisión el secretario general del Minsa, Carlos Sáenz fue el pasado miércoles 6 de mayo.
El silencio de la autoridad sanitaria ocurre en un contexto donde crecen las denuncias de nicaragüenses que aseguran que se están ocultando las cifras de los fallecimientos por Covid-19, donde aumentan la cantidad de entierros nocturnos en los cementerios del país y la Asociación Médica Nicaragüense (AMN) asegura que en el país hay al menos 60 casos de trabajadores de salud contagiados.
Tampoco la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, se refirió al tema este lunes 11 de mayo en su acostumbrada alocución de mediodía, a pesar de que informa todo lo que hace el régimen orteguista y en ocasiones anteriores habla sobre los casos confirmados o los muertos.
La última cifra brindada por el Minsa y el régimen orteguista es de 16 casos positivos y cinco muertes.
La semana anterior, el Minsa brindó su reporte un solo día: el martes. Antes de que la autoridad sanitaria dejara de informar a la población, hizo un cambio en el formato de su escueto reporte, donde se limitaba a decir la cantidad de casos activos de la enfermedad Covid-19 y las personas que estaban en seguimiento responsable y cuidadoso; o en resguardo domiciliar, dos de los términos confusos que emplea el Minsa para referirse a las personas que están en aislamiento.
Los informes que brinda el Ministerio de Salud han sido criticados por especialistas, quienes consideran que además de emplear términos confusos para la población, no reflejan la verdadera situación del país. Además agregan que el país se encuentra el fase de transmisión comunitaria, debido a los reportes de casos que hay en el país y que no aparecen registrados en los informes del Minsa.
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