1. Devaluación e inflación
En los años ochenta Nicaragua llegó a estar entre los países con mayor hiperinflación del mundo. Para marzo de 1985 un dólar valía 670 córdobas y, dos años después, en marzo de 1987, un dólar ya equivalía a 15,750 córdobas. Ese año la hiperinflación alcanzó la cifra de 33.547 por ciento. En febrero de 1988, cuando se ejecutó la Operación Bertha, había que pagar 21 mil córdobas por un dólar.
2. Deuda externa
Para 1990, cuando el sandinismo perdió el poder, la deuda externa era seis veces más grande que el Producto Interno Bruto (PIB). La deuda externa era de 12,500 millones de dólares y Nicaragua, el país con la deuda per cápita más alta del mundo.
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3. Bloqueo económico
El 1 de mayo de 1985 Ronald Reagan, entonces presidente de Estados Unidos, anunció un paquete de sanciones económicas contra Nicaragua. El decreto de embargo prohibía la importación y exportación de productos y afectaba el tráfico aéreo y marítimo entre ambos países. Tuvo consecuencias devastadoras en la economía nicaragüense y fue suspendido en 1990, luego del triunfo de Violeta Barrios.
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4. Racionamiento
Son inolvidables las largas filas provocadas por la escasez y el racionamiento de los productos elementales de la canasta básica. Las tarjetas de racionamiento eran distribuidas por los Comités de Defensa Sandinistas (CDS) y en ellas se llevaba el control de las exiguas cuotas que cada familia tenía derecho a comprar. Se racionaba todo; desde el jabón, el papel higiénico, la ropa y los desodorantes hasta la leche y los biberones para los niños. Las familias debían contentarse con media cuarta o, cuando mucho, un litro de aceite al mes. La escasez se agravó en 1988, luego de la Operación Bertha.
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5. Diplotiendas
No todos pasaron penurias y escasez en los ochenta. El gobierno puso en funcionamiento las diplotiendas, supermercados bien surtidos con productos importados desde Canadá y Panamá. Ahí todo se vendía en dólares y solamente podía entrar personal diplomático acreditado en Nicaragua y nicaragüenses autorizados por el gobierno sandinista mediante una tarjeta. Las diplotiendas comenzaron como una idea para captar los dólares de los extranjeros, pero terminó como un privilegio para unos cuantos nicaragüenses.
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6. Operación Bertha
Uno de los recuerdos más tristes de los años ochenta es la Operación Bertha, una masiva confiscación de dinero. El decreto 306, Ley de Conversión Monetaria, fue aprobado el 14 de febrero de 1988 y su primer artículo decía: “A partir de las 00:00 horas del día 15 de febrero del año de 1988, los billetes y monedas de córdoba de curso legal emitidos y puestos en circulación con anterioridad, quedan privados de valor monetario, sin curso legal ni poder liberatorio, por lo que no podrán utilizarse ni tendrán validez para solventar obligaciones de ninguna clase”. Al día siguiente la población salió a cambiar sus miles de córdobas viejos a cambio de unos cuantos córdobas nuevos. Cada córdoba nuevo correspondía a mil “córdobas desmonetizados”.
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7. Confiscaciones y “piñata”
Se estima que en los años ochenta, el gobierno sandinista confiscó unas 350 empresas y cerca de 7 mil viviendas, además de unas tres millones de manzanas en propiedades agrícolas. Funcionarios sandinistas se apropiaron de propiedades confiscadas o las compraron a precios ridículos, al contado o en cuotas. Una de esas casas ocupadas fue la de Jaime Morales Carazo, en El Carmen.
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