Hugo Páramo es un nicaragüense que vive en Estados Unidos desde hace treinta años. El martes 09 de junio recibió una noticia triste: su madre y un tío murieron, los dos el mismo día, los dos de la misma causa: les faltó oxígeno. El reporte oficial entregado a sus familiares señala que los hermanos murieron por neumonía, pero Páramo dice estar convencido que el Covid-19 les arrebató la vida.
“Es de eso que nuestra gente está muriendo en mi país”, dice dolido y molesto. Del otro lado de la línea se oye cuando se quiebra. “Era mi madre”, dice. “Y un tío muy querido”.
Hugo Páramo, es hijo único y no pudo asistir al funeral de su madre, Aura Lila Ortíz Joaquín de 83 años y de su tío Pedro Ortíz Joaquín de 72 años. Desde el 2018 no veía a su mamá y la única manera que pudo acompañarla en su entierro fue a través de una videollamada.
Su progenitora y tío, fallecieron el pasado martes 9 de junio en horas distintas. Según actas de defunción otorgadas por el Ministerio de Salud (Minsa) murieron por problemas respiratorios vinculados a una grave neumonía, pero Páramo, se resiste a creer en esa versión. Él está seguro le cambiaron la causa de muerte porque sabe de muchos que han denunciado lo mismo. “Mire los síntomas”, dice. “Tos y dolores musculares, dificultad para respirar, fallecieron a causa del Covid-19, no tengo dudas”, afirma.
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Doña Aura Lila al igual que su hermano Pedro, eran originarios de Diriamba y residían en el barrio El Cementerio. Ella falleció en su casa de habitación y él en el Hospital Regional Santiago de Jinotepe. Ambos, por orientaciones del Minsa, fueron enterrados de manera inmediata por la tarde del pasado martes. Páramo dice que aquel día es para su familia, una pesadilla inolvidable. “Usted se imagina, ¿dos muertos un mismo día? Es demasiado”, dice.
“Hay que tomar las medidas, hay que ser responsables, porque hay mucho dolor”.
“Yo quiero que la población de Carazo y específicamente de Diriamba, que se de cuenta que están siendo azotados por esta pandemia y que tengan mucho cuidado, porque no queremos que más personas sigan falleciendo, porque el dolor es muy grande”, dijo Páramo a LA PRENSA, vía telefónica.
No haberle dado el último adiós a la mujer que lo trajo al mundo, lo conmociona, se siente impotente y hasta culpable. “El día que yo puse exactamente un escrito en mi Facebook en donde digo que mi mamá murió de coronavirus o de Covid-19 es para alertar a la población y de que no se confíen. Hay que tomar las medidas, hay que ser responsables, porque hay mucho dolor. Mi madre y mi tío son víctimas de la pandemia del coronavirus, no hay otra razón, porque ellos estaban sanos antes de esta situación”, cuenta.
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Páramo dice que de la única enfermedad de la que su madre padecía era de Alzheimer. Las veces que Páramo se comunicó con su madre y tío, cuenta que los escuchaba cansados, pero que nunca se imaginó lo peor.
“Yo siempre le daba ánimos a ella para que luchara contra la enfermedad y en sus últimas palabras me dijo que Dios era grande y poderoso – y como yo soy también un hombre de fe, le dije que le pidiera a Dios que le diera fuerza, porque yo no quiero que usted se marche. Quiero que nos volvamos a ver y que nos volvamos a abrazar nuevamente”, le dijo en una de las últimas llamadas.
En el extranjero, dice Páramo, se leen las denuncias en las que varios sectores del país que critican al gobierno de Daniel Ortega por seguir promoviendo actividades que implican la concentración de gente en medio de una pandemia. “Eso no es un gobierno, es una dictadura que sigue asesinando a la gente, porque ésta es una forma de asesinar a las personas a través del virus. La gente no se protege y estamos viendo la gran mortandad”, asegura.