Una delegación de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) informó este sábado que se reunió de manera virtual con la Relatoría Especial sobre los Derechos de los Migrantes y con integrantes del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), para denunciar la situación de los migrantes nicaragüenses que están varados tanto en la zona norte como en el sur de la región, y que intentan retornar al país.
La Relatoría Especial sobre los Migrantes y el Meseni son parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), una organización que sigue de cerca la crisis de Nicaragua y que documentó la represión contra las protestas civiles desde abril 2018.
La Unidad Nacional también realizó un encuentro virtual con Roberto Desogus, quien es el coordinador para Nicaragua de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), para buscar acciones de cara a garantizar el retorno seguro de las personas nicaragüenses que se encuentran varadas, informó a través de una nota de prensa.
Alexa Zamora y Violeta Granera, ambas miembros del Consejo Político de la UNAB, encabezaron la delegación de la organización opositora nicaragüense. También participaron otros miembros de la Comisión de Relaciones Internacionales de la UNAB, detalla la nota de prensa.
“Los organismos se mostraron dispuestos a acompañar las gestiones pertinentes para desarrollar acciones conjuntas, que permitan brindar solución a esta situación irregular que violenta el derecho de los ciudadanos a retornar a sus países de origen. Como Unidad Nacional también hemos dirigido comunicaciones a las diferentes instancias regionales, competentes en materia migratoria, a la espera de una respuesta positiva para brindar soluciones a esta situación que constituye, a su vez, un riesgo de salud y seguridad en el istmo”, expresa el comunicado.
La UNAB envió cartas a la Comisión de Autoridades Migratorias de los países miembros del SICA, (OCAM), y a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El régimen de Daniel Ortega impide el retorno inmediato de los nicaragüenses que trabajan en el exterior, la mayoría carente de condiciones y con pocos recursos. Muchos de ellos tienen meses durmiendo a la intemperie en la zona fronteriza del país.
Zamora dijo que estas personas están en situación de vulnerabilidad, expuestas a la manipulación y violaciones a sus derechos humanos, por la desesperación de regresar al país.
El miércoles pasado, la Unidad Nacional presentó un informe sobre las violaciones de derechos humanos que se cometen en Nicaragua, en el que refleja que “más de 800 nicaragüenses intentan desde hace más de dos semanas retornar desde Panamá a Nicaragua”. El informe detalla que “más de 500 continúan varados en albergues, donde se mantienen en hacinamiento”.
La UNAB manifestó que “pese a que el gobierno costarricense y panameño han tomado iniciativa para ayudarles en todo el recorrido, la dictadura en Nicaragua solicitó un listado de quiénes regresan, causando temor entre estas personas, puesto que temen represalias. Asimismo, las autoridades del país solo han permitido el ingreso de al menos 200 nicaragüenses”.
Régimen inició un proceso lento de retorno
Hasta hace dos semanas, el régimen orteguista, a través de la primera dama y vicepresidenta, Rosario Murillo, anunció que el Estado inició un proceso para que ingresen al país, después de meses de denuncia del drama de los migrantes nicaragüenses, pero este proceso es lento.
La mayoría de los nicaragüenses que trabajaban en el exterior, en los países e islas vecinas de la región, se vieron obligados a regresar a Nicaragua porque se quedaron sin trabajo por efecto de la pandemia del Covid-19.