Uno de los golpes más fuertes que dio la pandemia a las familias del mundo, ha sido la limitación del derecho a ritos y homenajes por el fallecimiento de sus familiares por el virus u otras causas. Es por eso que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha dispuesto una guía que contiene recomendaciones para que los estados hagan manejo de esta situación con un enfoque de garantizar los derechos, a pesar de las restricciones.
En nota de prensa la CIDH expresa que “esta Guía constituye el primer producto de una serie en materia de cooperación técnica, que incluye lineamientos prácticos para fortalecer las medidas y políticas públicas que los estados adoptan para hacer frente a la pandemia, garantizando el pleno respeto de los derechos humanos”.
Además, añade que se ha analizado el contexto, las prácticas y medidas tomadas en la región y a partir de dicho análisis, se realiza una serie de recomendaciones y consideraciones sobre las políticas públicas, las prácticas y decisiones que adoptan los estados en la disposición de los cuerpos, el respeto por el duelo de las y los familiares y la memoria de las personas fallecidas durante la pandemia.
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Restricciones que afectan los derechos humanos y recomendaciones de la CIDH
En la guía, la CIDH divide en dos grupos las restricciones que afectan a los derechos humanos, restricciones en registros, inhumaciones (entierro) e identificación de restos humanos y restricciones en ritos funerarios y homenajes.
Para garantizar el respeto al duelo, los ritos funerarios y homenajes a las personas fallecidas durante la pandemia, la CIDH platea un total de 24 recomendaciones a los estados, que en general, plantean en primera instancia, “respetar y garantizar los derechos de familiares de las personas fallecidas durante la pandemia”, indica la guía.
De manera general en estas recomendaciones además se solicita a los estados, preservar la dignidad humana en la manipulación del cadáver, respetando las creencias y cultura, también fortalecer los mecanismos de control “para garantizar que cualquier disposición de recursos ocurra en un marco de transparencia e institucionalidad democrática, libre de corrupción”, se lee en las recomendaciones.
En cuanto a las restricciones en registros, inhumaciones e identificación de restos humanos, en las que se plantean problemas como saturación de los servicios de emergencia; dificultades para el reconocimiento de cadáveres; dificultades administrativas para entrega de certificados de defunción; el colapso de servicios funerarios y morgues; y condiciones de trabajo que afectan la salud física, mental y los derechos laborales, se plantean recomendaciones como:
Instar a los centros médicos a proveer información confiable y fidedigna a familiares con respecto a la causa de muerte, así como informarles sobre el riesgo de contagio por el contacto con los restos mortales y proveer las medidas de bioseguridad; prohibir la inhumación de personas fallecidas por Covid-19 en fosas comunes generales; Desarrollar e implementar bases de datos para el registro de personas afectadas por el Covid-19 y sus familiares, con el objetivo de facilitar el contacto para la comunicación del estado del paciente; Desarrollar e implementar bases de datos para el registro de personas afectadas por el Covid-19 y sus familiares; Establecer estándares y mecanismos nacionales y consulares de identificación y, de repatriación de cuerpos de las personas fallecidas durante la pandemia por Covid-19; incluyendo el contacto con familiares.
Por otro lado en cuanto a las restricciones de ritos funerarios y homenajes, destacan problemas como la limitación del número de personas que pueden asistir a los funerales; la reducción del tiempo del funeral; ausencia del contacto físico con el cuerpo; y la falta de acceso al cadáver para realizar los ritos acorde a la cultura, religión o cosmovisión de la familia.
Ante estas problemáticas la CIDH propone: respetar la voluntad de las familias con respecto a la disposición final de los cuerpos, asegurar el derecho a la libertad de conciencia y religión, respeto del derechos a la vida privada; respeto al derecho de celebrar los ritos mortuorios, conforme a su cultura, tradiciones y cosmovisión, y a las circunstancias específicas y recomendaciones de las autoridades de salud.
Estas recomendaciones se dan debido a que las restricciones que han impuesto los estados “afectan las manifestaciones culturales propias de las personas y/o comunidades para despedir a una persona con dignidad y respeto; y prolonga el duelo y el sufrimiento”, señala el documento.
Por esta razón, además de realizar recomendaciones ante las problemáticas señaladas, la CIDH recomienda “establecer mecanismos de atención a la salud mental en el sistema de salud público y privado para acompañar el duelo de las personas que han perdido un ser querido, garantizando el uso de tecnología para los servicios de apoyo y otras buenas prácticas de políticas públicas en esta materia”, se lee en las recomendaciones.
Derechos vulnerados ante esta situación
“El proceso de duelo es un proceso de conexión social, que queda limitado en estos momentos. Estas restricciones en los ritos y homenajes posteriores al fallecimiento de personas portadoras de Covid-19, y en algunos países, a todas las muertes acontecidas durante la pandemia, pueden afectar el proceso de duelo de sus familiares y seres queridos y pueden vulnerar derechos tutelados en el marco jurídico interamericano”, dice la CIDH en la guía.
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Es importante recordar que ante las restricciones impuestas por los estados se están vulnerando el derecho a la integridad personal y a la salud; derecho a la libertad religiosa y de culto, derecho a participar en la vida cultural; derecho a la vida privada y familiar; y el derecho a la verdad.
Todos estos derechos mencionados, están contemplados en las distintas convenciones, declaraciones y protocolos internacionales como la Convención Americana de Derechos Humanos.