Desde que se declaró al Covid-19 como pandemia hasta el penúltimo día de 2020, un total de 88,560 nicaragüenses se vieron obligados a retornar al país como consecuencia del coronavirus, según detalló este jueves 31 de diciembre el Ministerio de Gobernación (Migob) a través de una nota de prensa.
Según el Migob, el último grupo de connacionales que regresó a Nicaragua ingresaron por el puesto fronterizo de Peñas Blancas el 30 de diciembre por la noche “de manera ordenada y segura”. Se trata 121 nicaragüenses que regresaron de Panamá, de estos 73 mujeres y 48 varones.
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“Cada uno portaba resultado negativo de la prueba Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) en tiempo real para Covid-19, cumpliendo con la Resolución Ministerial 358-2020, emitida por el Ministerio de Salud, quien en cumplimiento a las medidas sanitarias, realizó revisión rigurosa para descartar fiebre o síntomas respiratorios relacionados al Covid-19 y orientaron cuarentena de 14 días en sus domicilios”, señala la misiva del Migob.
Del total de nicas que ha regresado en los diez meses de pandemia que se ha vivido en Nicaragua, 36,941 son mujeres y 51,619 son varones.
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La mayoría de estos nicaragüenses que regresaron a su patria que, además de quedar desempleados por las consecuencias del coronavirus en los países donde se encontraban, ahora enfrentan la posibilidad en Nicaragua de un repunte de casos de Covid-19, del que ya han advertido médicos independientes nicaragüenses.
Tanto abogados defensores de derechos humanos y sociólogos han advertido que el regreso de esta cantidad de nicaragüenses producto de la pandemia representa “un golpe duro” para sus familiares porque, además de representar un impacto en la economía del país, estas familias dejarán de recibir las remesas que les enviaban desde el extranjero.
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“Esta gente quedó sin trabajo, ha gastado mucho dinero para poder regresar, tienen a su familia aquí, pero eso agrega un elemento más a la difícil situación de las familias nicaragüenses”, explicó en una consulta anterior el sociólogo Cirilo Otero.
Por su parte, la abogada Carla Sequeira, de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), recientemente expuso que muchos de estos nicaragüenses huyeron del país en 2018 por la represión del régimen orteguista y que, ahora que se vieron obligados a regresar, “están expuestos nuevamente a la persecución, vulnerando en estos casos la búsqueda de un progreso y mejor calidad de vida”.
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Según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), proyectó una caída en las remesas de entre el 5 y 18 por ciento, lo que significará una merma de entre 75 y 300 millones de dólares.
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El régimen no se ha pronunciado sobre la respuesta que se le dará a esta cantidad de nicaragüenses que regresan al país, en un contexto de tres años de recesión y pérdida del empleo en la que está sumida la nación, producto de la crisis sociopolítica desatada en 2018.