La organización Nexus Sur-Norte (NSN), realizó el informe “Las crisis que convergen en Nicaragua”, en el que presentan la complicada situación que vive Nicaragua tras el impacto de la crisis sociopolítica del 2018, la pandemia por Covid-19 y los huracanes Eta e Iota, con el objetivo de informar y motivar a la comunidad internacional a concentrarse y actuar con rapidez ante lo que podría llegar a ser una crisis humanitaria.
“Un tema general a lo largo del informe es que la comunidad internacional esté posicionada para desempeñar un papel activo para evitar que la situación de Nicaragua empeore y garantizar que los recursos internacionales se apliquen con plena responsabilidad”, se lee en la introducción del informe.
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En el informe se señala, desde distintos aspectos, que la población vulnerable que más se ha visto afectada por el conjunto de crisis que golpea al país, son las personas que viven en hogares en situación de extrema pobreza, niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con discapacidad, población que sufre de desnutrición, población sin acceso al suministro de agua, entre otros.
Además de ser las más vulnerables, según proyecciones de la NSN basadas en datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE) de 2018 y del Ministerio de Salud (Minsa) en 2020, “se espera que el número de personas en condición de pobreza total en 2021 será de 3.5 millones (52.7 por ciento de la población total). La población en pobreza extrema, por su parte, se estima en 1.5 millones de personas (22.8 por ciento de la población total)”, señala el informe.
Afectación económica
En el informe se señala que en el reporte nacional de Nicaragua de noviembre de 2020, publicado por The Economist, se espera que el PIB de Nicaragua se contraiga un 3.2 por ciento en 2020 (en comparación con el 7 por ciento estimado anteriormente), seguido de una recuperación parcial del 1 por ciento en 2021.
Sin embargo, existen varios riesgos que al ir acumulándose podrían significar mayor afectación en la economía nicaragüense, “a pesar de la reciente estabilización de contagios por el coronavirus, existe un riesgo sustancial de que se materialice una nueva ola de casos de coronavirus en los próximos meses y se reduzcan las actividades de los servicios (incluso sin la imposición de medidas formales de contención). En segundo lugar, el crecimiento económico se verá obstaculizado por la falta de apoyo fiscal. En consecuencia, es mucho menos probable que se reviertan las pérdidas de empleo y los cierres de empresas que se produjeron durante la pandemia en comparación con otros países de la región. En tercer lugar, el aumento de la inestabilidad política y el malestar social en torno a las elecciones de noviembre de 2021 pesará sobre la confianza de los consumidores y las empresas, al tiempo que aumentará el riesgo de un prolongamiento del frágil sistema bancario nicaragüense”, señala el informe.
Por otra parte se señala que los grupos más afectados por los golpes a la economía serán los jóvenes y las mujeres, que participan en los sectores más afectados como el sector informal (que comprende 75.7 por ciento de la fuerza laboral), y que además trabajan sin protección social.
Afectación en el sector salud
La pandemia ha subrayado las debilidades y limitaciones del sector salud en Nicaragua, y uno de los riesgos crecientes es la interrupción generalizada en el acceso a servicios de salud reproductiva, materna, neonatal, infantil, adolescente y de nutrición, debido al ya existente déficit del personal médico, pues se cuenta con aproximadamente dos médicos por cada 10 mil habitantes.
“El informe del Fondo Mundial de Financiación (FMF) sobre Nicaragua señala que según los modelos matemáticos, si los servicios de salud en Nicaragua sufren interrupciones significativas, 168,000 niños y niñas podrían quedarse sin vacunar contra la difteria, el tétano y la tos ferina, 24,700 mujeres podrían perder el acceso a partos institucionales y 289,500 no recibirán servicios de planificación familiar. Si todos los servicios esenciales se interrumpen, la mortalidad infantil podría aumentar en un 39 por ciento y la mortalidad materna en un 86 por ciento en el próximo año”, refiere el informe.
Por otro lado, es preocupante que debido a la pandemia se han profundizado las brechas existentes para el acceso a servicios de salud de las regiones más pobres y remotas, y además se puede reducir la disponibilidad de salud mental que la población puede necesitar debido a estas circunstancias en las que impera la ansiedad, angustia y el miedo, que a su vez afecta principalmente a mujeres y niñas “dado que suelen encargarse de la mayor parte del cuidado de los familiares enfermos, las tareas domésticas y del cuidado infantil”, se lee en el informe.
Impacto de las crisis en niños, niñas y adolescentes
Según el informe de Nexus Sur-Norte, “las últimas estimaciones muestran que alrededor del 52 por ciento de los niños, niñas y adolescentes viven en la pobreza y el 23 por ciento en pobreza extrema”, por lo que es importante mencionar los impactos que pueden o ya se presentan en niños, niñas y adolescentes debido a las tres crisis.
El primero que se menciona en el informe es la inasistencia a la escuela y el cierre de estas por la percepción de inseguridad financiera de los padres; en segundo lugar, la reducción del consumo y la calidad de los alimentos que pueden llevar a la desnutrición; tercero, el recorte de gasto de salud debido a la reducción de ingresos, posibilitando el aumento de la mortalidad y morbilidad infantil; en cuarto lugar, el aumento del trabajo infantil; y cinco, la descomposición familiar debido al aumento de la migración.
Otro tema que debe tomarse en cuenta y con especial atención según el informe, es la exposición a la violencia basada en género, pues “las organizaciones de mujeres nicaragüenses han afirmado que tanto los feminicidios como los embarazos de adolescentes han aumentado como consecuencia”, de que en medio de las crisis, se han generado barreras que no permite que las víctimas busquen ayuda o puedan denunciar los abusos.
Recomendaciones
Después de analizar la grave situación en la que se encuentran sectores vulnerables del país, NSN realiza cinco recomendaciones para la búsqueda y aplicación de estrategias que ayuden a disminuir el impacto de estas crisis que han golpeado al país en estos últimos tres años.
La primera es que existan datos fiables y evaluaciones continuas del impacto de las crisis, pues “dada la creciente necesidad de garantizar que los programas de respuesta humanitaria y de recuperación se basen en la evidencia, se necesitan evaluaciones exhaustivas para garantizar y confirmar las necesidades humanitarias y de recuperación”. Señala NSN.
En segundo lugar se debe desarrollar una estrategia coordinada e integral para responder a las necesidades críticas de las poblaciones vulnerables, “esta se debe garantizar la rendición de cuentas, transparencia y la participación ciudadana”, señala, en esta recomendación, se incluye la número tres que es la garantización de la participación de la sociedad civil, pues “se necesitan esfuerzos y apoyo para restablecer las condiciones que permitan a los ciudadanos y a la sociedad civil ejercer su derecho de participación para facilitar el diálogo con la población y la comunidad internacional”, dice en el informe.
La cuarta recomendación es que la cooperación internacional debe prestarse en condiciones de estricta responsabilidad y transparencia, con la participación de la sociedad civil y con la población afectada. La quinta y última recomendación es que se debe establecerse una plataforma que facilite una asistencia internacional amplia y coordinada.