Al iniciar un año las personas tienden a rebobinar las diferentes situaciones ocurridas durante los meses anteriores y reviven los recuerdos, experiencias, aprendizajes, pérdidas o ganancias que les dejó el 2021. Un nuevo año, un nuevo comienzo para muchos. Sin embargo, cuando el individuo no aprende a cerrar ciclos, se aferra al pasado y no le permite avanzar.
Otro año de pandemia, la pérdida de un familiar por esta enfermedad u otra causa, la pérdida de un empleo, la masiva migración de nicaragüenses o un divorcio, son factores que repercuten en la salud mental de la persona, que si no logra cerrar el ciclo de cada situación, puede conllevar a serias consecuencias como la depresión.
De acuerdo a explicaciones de los psicólogos Roberto Ordoñez y Kevin Vega, cerrar ciclos es un tema complejo y difícil de realizar porque es un asunto de sentimientos y emociones, donde implica mucho la niñez y formación que tuvo la persona.
“Cerrar ciclos es difícil porque la persona desarrolla un sentido de pertenencia, de posesión a ciertas etapas o fases y romperlo después de acostumbrarte a eso, significa enfrentar algo nuevo, y generalmente se tiene miedo a algo nuevo y no se puede cerrar ciclo hasta que eso se haya superado”, expone el psicólogo Ordoñez.
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Por su parte, el psicólogo Vega recuerda que la “psiquis humana no es un manual” y que la salud mental de las personas son cosas muy propias que no se puede generalizar ni comparar. “¿Por qué no vamos al psicólogo? Porque no nos cuidamos, una forma de cerrar estos ciclos es ver los aprendizajes nuevos, que es entrar al próximo año entendiendo que yo me puedo dar una nueva oportunidad y que si pienso que no puedo por mí mismo, tengo la opción de buscar un profesional de la salud mental”, manifiesta.
¿Por qué es importante cerrar ciclos?
Ordoñez plasma que ya sea una pérdida de un familiar o de un trabajo, en todas las situaciones la persona pasa por un momento de “duelo” que implica “complicaciones psicológicas y emocionales” que va desde la nostalgia hasta la depresión. “Por eso es duro, por el enfrentamiento del duelo más lo expectante (lo que vendrá)”.
“Es importante cerrar ciclos porque mientras se está en esa etapa, que no existe realmente, no podrás avanzar. Es necesario tomar las lecciones aprendidas, que son todas aquellas cosas positivas o negativas, de que ese ciclo o experiencia de vida nos dejó, y por último, es importante para poder integrar en nosotros las experiencias emocionales vividas y asumidas y desarrollar una salud mental más estable”, detalla Ordoñez.
El especialista agrega que poder sobrellevar una adversidad tiene que ver con la niñez de la persona, qué tan autoritaria o placentera fue, qué violenta o feliz vivió su desarrollo. Es por ello que no hay un tiempo estipulado para cerrar ciclos, aunque una vez prolongada la situación lo recomendable es pasar la página.
“Cuando tuvimos una niñez segura, estable, somos más fáciles de integrar, de asumir las pérdidas y de tener un mejor control emocional; cuando tuvimos una niñez autoritaria o formación violenta, o una vivencia traumática, nos será complejo integrar nuevas experiencias y asumir pérdidas, esto tiene que ver con nuestra formación y experiencia de vida”, expresa Ordoñez.
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Lo que puede hacer
El psicólogo Vega resalta que si bien con el fin de año muchas personas hacen su lista de planes y buscan cómo avanzar en el nuevo año, para aquellas que están luchando por salir de un ciclo cualquier tiempo es bueno, siempre y cuando se haga bien.
“Para realizar estos procesos es en cualquier momento del año, no hay fechas para estas cosas, se trata de que se haga bien. Se toma para finales de año como un resumen, porque cronológicamente estás entrando a otro tiempo”, expresa.
Vega comparte algunos consejos para poder comenzar a cerrar ciclos:
-No te juzgués más: “El ‘hubiera hecho más’, ‘no hice lo suficiente’, las personas pasan la vida culpándose con el hubiera en vez de reconocer que lo hizo bien, no somos amables con nosotros mismos y decir más bien, lo intenté, di lo mejor de mí”.
-Perdoná/pedí perdón: “A veces no somos capaces de pedir perdón a nosotros mismo o perdonar al otro porque tenemos la ira estancada, que genera sentimientos y se mezcla con otras emociones de frustración, resentimiento, como están encapsuladas en esas emociones mezcladas no son capaces de perdonarse a sí misma o recibir perdón”.
-Retomá aprendizajes: “No es capaz de entender la muerte de otra manera. Por ejemplo, la muerte por covid, no a todo el que le da covid va a morir, no se dan la oportunidad de reaprender porque están tan metidos en su dolor que no somos capaces de ver otra forma de vida”.
-Agradecé: De nuevo el ejemplo de la muerte de mamá. “Es agradecer por el tiempo convivido con mamá, lo que significó su vida para mí, lo que aprendí de ella”.
-Aceptá desenlaces: “Ponemos resistencia a la realidad porque estamos tan enllavados que no queremos aprender, no somos capaces de aceptar el desenlace que tenemos”.
-Despedí la historia: “Tenemos que aprender que todo tiene un punto final, todas las emociones que pasamos es temporal, ninguna emoción es eterna. Mamá falleció de covid y me aferro al dolor, creen que no sentirán de nuevo alegría o amor pero toda emoción tiene su tiempo”.
-Pensá un buen futuro: “Tengo el chance que puedo pensar que puedo sanar y que debo hacer algo por mi vida, tener un nuevo comienzo
-Hacé un acto generoso de cierre: “Poder hacer una purísima, dar comida, llevar los flores a la tumba de mi mamá, no hay algo específico que se diga que se puede aplicar a todo porque la forma de procesar puede ser de otra manera para cada persona”.
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