El exembajador de Nicaragua en Costa Rica, Mauricio Díaz, cumple 180 días detenidos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), mejor conocida como el nuevo Chipote. Díaz forma parte de los más de 40 líderes opositores que fueron detenidos por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en la “cuarta etapa” de la represión, como lo han catalogado organismos de derechos humanos nacionales e internacionales.
Díaz fue detenido luego de que asistiera a una cita en el Ministerio Público. “Se nos informa que el vocal nacional de CxL, Mauricio Díaz Dávila, fue capturado al salir de la Fiscalía cuando se dirigía a su casa de habitación, fue interceptado por la Policía, tras golpear a su hijo y abogado que lo acompañaban, se lo llevaron con rumbo desconocido”, confirmó el área de prensa del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), del cual es miembro el exembajador.
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Posteriormente, la Policía Nacional a través de una nota de prensa anunció que lo habían detenido por estar bajo investigación por supuestamente realizar “actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación”. Luego, Díaz fue acusado formalmente por la Fiscalía por el supuesto delito de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional”.
Impidieron su salida
Días antes de la detención, el opositor junto con su esposa intentaron salir del país, pero fueron detenidos en el paso fronterizo de Peñas Blancas, donde les retuvieron el pasaporte a ambos para luego ser enviados de regreso a Managua.
Su esposa, Dina Medrano, a través de un artículo de opinión publicado en LA PRENSA explicó que se dirigían al cumpleaños de su nieta en Guatemala. Las autoridades de Migración en Peñas Blancas les indicaron que iban a devolverles sus pasaportes en Migración en Managua, sin embargo, ellos acudieron y no obtuvieron su documentación. Un par de días después Díaz fue citado por la Fiscalía.
“No entendemos el porqué de su detención, él no estaba huyendo del país, lo detuvieron ilegalmente, consideramos que no es justo lo que hacen, pues como adulto mayor de 70 años, con muchos padecimientos crónicos, requiere el cariño y la cercanía de su familia”, escribió su esposa Dina Medrano.
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También añadió que piden respeto por su integridad física y mental, por sus necesidades como adulto mayor. Mencionó que es “padre, esposo y abuelo” y que “lo necesitamos fuera de donde está detenido”.
La situación de los detenidos de la tercera edad es crítica. Luego de la última visita, el pasado 24 de enero, los familiares denunciaron mediante un comunicado que Díaz se ha desmayado en dos ocasiones, que tiene manchas en su piel y además, sufre de lagunas mentales.
También denunciaron que la situación de los presos políticos, José Pallais, Violeta Granera, Edgar Parrales y Juan Lorenzo Holmann es “alarmante”.