Los líderes del partido Unión Democrática Renovadora (Unamos) cumplen 270 días detenidos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como nuevo Chipote. A un mes de cumplir los 300 días, ya fueron condenados y les dictaron sentencia.
Organismos nacionales e internacionales han denunciado la detención arbitraria de estos opositores, además de catalogar los juicios como «nulos», «ilegales» y como una violación a sus derechos humanos.
Ana Margarita Vijil, Dora María Téllez, Hugo Torres (q.e.p.d.), Víctor Hugo Tinoco y Suyén Barahona fueron detenidos la noche del pasado 13 de junio, en un operativo policial que se caracterizó por la violencia, como denunciaron los familiares de estos privados de libertad. Fueron detenidos por estar bajo investigación, de conformidad con la Ley No. 1055, «Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz».
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Estos privados de libertad fueron declarados culpables, algunos por el supuesto delito de «conspiración para cometer menoscabo contra la integridad nacional» y otros el delito de «menoscabo a la integridad nacional». Las sentencias contras estos presos van desde 8 años de prisión, como en el caso de la presa Dora María Téllez, hasta condenas de 13 años de prisión como en el caso de la presidenta de Unamos, Suyén Barahona y Víctor Hugo Tinoco, disidente del Frente Sandinista.
El juicio contra el exguerrillero Hugo Torres fue suspendido de manera definitiva tras su fallecimiento. Expertos en derecho mencionaron que el Ministerio Público mintió al afirmar que habían solicitado la suspensión del juicio a Torres «por razones humanitarias».
El exfiscal Eilyn Cruz expresó que el comunicado de MP fue sin fundamento de ley «porque no fundamentan bajo ningún articulado del Código Procesal Penal ni de la Constitución Política», indicó.
Libertad para las presas políticas
En el marco del Día Internacional de la Mujer, organizaciones opositoras, partidos políticos y activistas denunciaron a través de las redes sociales la detención ilegal de las mujeres privadas de libertad por motivos políticos. De los líderes del partido político Unamos, cuatro son mujeres que forman parte de las 14 presas políticas del régimen Ortega-Murillo.
«El estado policial de la dictadura solo denota su debilidad, están de salida. Vigilan a las mujeres nicas y a la sociedad en general a través de medios tecnológicos y redes sociales, tratan de ahogar económicamente a toda pequeña o mediana empresaria y productora que identifique como opositora», fue parte del comunicado de la Red de Mujeres del partido Unamos. Agregando que siguen exigiendo la libertad, justicia, democracia, «¡Pan y rosas para todas!»
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