El comentarista Jaime Arellano y el ex precandidato presidencial Noel Vidaurre cumplen 230 días de estar bajo arresto domiciliario. Su detención inició el pasado 24 de julio y el 24 de febrero fueron declarados culpables por menoscabo y de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional.
El juicio en contra de estos opositores se desarrolló en dos días, y fue calificado por sus abogados y defensores de derechos humanos como una «farsa judicial». La encargada de enjuiciar a estos privados de libertad fue la jueza Décimo Tercera de Distrito Penal de Juicios, Ulisa Yahosca Tapia Silvia.
Noel Vidaurre fue acusado por el delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional» y condenado a 9 años de prisión e inhabilitación de cargos públicos. Asimismo, al comentarista Jaime Arellano lo acusaron por el delito de «menoscabo a la integridad nacional» y fue condenado a 13 años de prisión más inhabilitación de cargos públicos. El juicio fue realizado en el complejo de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) y no en un juzgado como establece la ley.
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Ambos privados de libertad antes de ser detenidos fueron citados el 24 de julio por el Ministerio Público para ser entrevistados. Ese día, Vidaurre manifestó que no habían brindado detalles sobre la razón de su cita, pero le explicaron que se debía a ciertos comentarios brindados a medios de comunicación.
Arrellano igualmente fue «entrevistado» por opiniones políticas emitidas. La razón en apariencia de su cita fue para hacerle preguntas sobre el caso de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), sin embargo, al salir de la Fiscalía mencionó que la entrevista fue sobre la Ley 1055 y la Ley de Ciberdelitos.
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