Evelyn Pinto, de 63 años, es una de las presas políticas adultas mayores que mantiene el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Fue detenida el 6 de noviembre sin orden de captura o allanamiento, fue condenada con policías de testigos. Su familia demanda que le brinden atención médica por sus padecimientos. Pinto es sobreviviente de cáncer.
El 14 de marzo, la jueza Primero de Distrito Penal de Juicios, Irma Oralia Laguna Cruz, condenó a Pinto Centeno a ocho años de prisión: cinco por el supuesto delito de conspiración para cometer menoscabo y tres años por propagación de noticias falsas, más 500 días multa y la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
“Mi madre Evelyn Pinto, de 63 años, fue detenida ilegalmente el 6 de noviembre del 2021, sin orden de captura ni de allanamiento. Acusada, juzgada y condenada sin pruebas, con agentes de la Policía Nacional fungiendo como testigos, mismos que se contradijeron durante el juicio”, indicó la hija de Pinto, Silvia Gutiérrez.
Indicó que los cargos por los cuales la acusan son: conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información. Aplicando la Ley Especial de Ciberdelitos (Ley 1042 ) y Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la
soberanía y autodeterminación para la paz, ambas leyes inconstitucionales.
“Ha sido una tortura el hecho de estar encerrada sin poder ver a sus hijas y nietos desde hace más de 342 días. Mi madre es una persona adulta mayor, sobreviviente de cáncer, padece insuficiencia renal crónica, hipertensión, hernia hiatal, artrosis entre otras enfermedades. Pronto cumplirá un año privada de libertad y aun no se le ha realizado el chequeo médico requerido para el control de sus enfermedades”, afirmó.
Pinto requiere realizarse exámenes al menos cada dos o tres meses.
El 31 de marzo, en el Penal de La Esperanza, donde está privada de libertad, la valoró una médica internista, quien prescribió y ordenó una serie de exámenes médicos para el control de las enfermedades de la presa política y la dosificación de sus medicamentos.
“Han pasado 6 meses y medio, desde esta última prescripción médica y aún no le realizan los exámenes que necesita. Durante el tiempo que lleva en prisión ha tenido dolencias musculares, calambres, crisis hipertensiva, síntomas covid (sin confirmar ya que no le hicieron pruebas), infección en vías respiratorias y alergias varias”, detallaron familiares.
Consideraron que al ser una persona mayor de edad, con insuficiencia renal crónica, “es una bomba de tiempo”, porque de forma silenciosa sus riñones pueden estar sufriendo daños irreversibles.
La familia ha ofrecido distintas formas para que se le realicen los exámenes y costear/pagar los mismos, pero no se tiene respuesta del penal.
“Mantenerla a ella y a la familia ignorando su situación de salud es una tortura que vivimos cada día, negando su derecho humano a una salud digna. Cada dolencia la consultamos con la doctora que la atendía antes de ser detenida, pero vamos a ciegas. Por esta razón demandamos atención médica especializada y la realización de exámenes especializados: por su insuficiencia renal crónica y controles hormonales por ser sobreviviente de cáncer. Y mantenemos nuestra demanda de su libertad inmediata e incondicional”, remarcaron.
La situación de Pinto es similar a la de otros presos políticos en diferentes sistemas penitenciarios.