La exdirectora de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), Cristiana Chamorro —hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro y de Pedro Joaquín Chamorro, Mártir de las Libertades Públicas— cumple 530 días privada de libertad, bajo un arresto domiciliario más restrictivo que lo establecido en las leyes de Nicaragua.
Chamorro fue la tercera presa política tras una ola de capturas que inició en mayo 2021 con la detención de dos extrabajadores de la FVBCH, Walter Gómez y Marcos Fletes, quienes cumplen 535 días en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como el nuevo Chipote.
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Familiares de los presos políticos que se encuentran bajo arresto domiciliario indicaron que estos tienen más restricciones que las establecidas en la ley y que desde la última semana —cuando el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo regresó al expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri y al excanciller Francisco Aguirre Sacasa, al Chipote—, han intensificado la revisión de las viviendas donde se encuentran recluidos los privados de libertad.
A Cristiana Chamorro le impusieron 8 años de prisión: 5 por el delito de lavado de dinero y 3 por apropiación indebida, y una multa equivalente a tres veces el monto del dinero supuestamente lavado.
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Walter Gómez, exadministrador, y Marcos Fletes, excontador de la FVBCH, fueron condenados a 13 años de prisión: dos por el delito de falsificación ideológica, dos por gestión abusiva, más la inhabilitación para ejercer sus profesiones por ese mismo periodo; cuatro años y 300 días multa por supuesta apropiación indebida y cinco años por lavado de dinero, más la multa de tres veces el monto del supuesto dinero lavado.