En el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), los defensores de derechos fundamentales que han trabajado en Nicaragua, hablan de los difícil que ha sido defender derechos y el costo que han pagado por lo que llaman una «opción de vida» que incluye asedio, amenazas, cárcel y el exilio.
El Día de los Derechos Humanos se conmemora cada 10 de diciembre, por el aniversario de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).
El concepto que maneja las Naciones Unidas es: «Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición. Entre los derechos humanos se incluyen el derecho a la vida y a la libertad; a no estar sometido ni a esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión y de expresión; a la educación y al trabajo, entre otros muchos. Estos derechos corresponden a todas las personas, sin discriminación alguna».
El ataque del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha llegado al punto de llevar a defensores y promotores de derechos humanos a ser privados de libertad.
«El Estado es un monstruo, un aparato estatal que si acciona, entonces pueden cometerse arbitrariedades también. Es allí donde está la Constitución para limitar esto”, afirmó María Oviedo, abogada de la Comisión Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH), quien hoy cumple 499 días en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), más conocida como El Chipote.
Oviedo hacía referencia a la reforma a la Ley que hizo Ortega para ampliar el período de investigación de 48 horas a 90 días.
«Los derechos humanos nacen desde la dignidad de cada persona y eso representa el derecho irrestricto a los derechos y libertades fundamentales de todas las personas por igual, sin importar su edad, su género, sus ideales políticos, religiosos y eso se basa en el principio de igualdad y la no discriminación y por lo tanto es necesario que los derechos humanos sean no solo defendidos, sino promovidos y fomentados como una política de Estado», afirmó el abogado Braulio Abarca defensor del Colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más.

Defender derechos fuera y dentro del país
En febrero de 2019, un grupo de defensores de derechos humanos formaron el Colectivo de Derechos Humanos, Nicaragua Nunca Más en Costa Rica, se exiliaron como resultado de la represión del régimen y desde ahí continuaron su labor de defender derechos fundamentales.
«Como defensor de Derechos Humanos es necesario manifestar que si bien uno tiene que enfrentar al poder que violenta los derechos, que transgrede las libertades, la lucha continúa ya sea fuera o dentro del país es necesario continuar defendiendo los derechos humanos porque toca la fibra más íntima de las personas, poder tener el derecho de defender a las poblaciones más vulnerabilizadas como las personas LGBTIQ+, periodistas, personas indígenas, personas presas políticas, familiares de personas asesinadas y todas aquellas a las que se les han violentado sus derechos humanos», expresó Abarca.
Por su parte Vilma Núñez, directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos indicó que el 10 de diciembre es recibido en una Nicaragua que vive graves violaciones a los derechos humanos, de forma «casi inédita».
Remarcó que es importante que todas las personas sean que son sujetos de derecho sin importar credo o color político, porque se relaciona al hecho de que todas y todos somos sujetos de derechos.
«En Nicaragua vivimos un sistema de absoluta negación de derechos humanos, porque estamos viviendo prácticamente en una dictadura, en un gobierno violador de derechos humanos, por eso no hay posibilidad de defender derechos, no se puede acceder a ninguna instancia encargada de garantizarlos», afirmó Núñez.
Mensaje de los defensores de derechos humanos a los nicaragüenses
Abarca envió a los nicaragüenses dentro y fuera del país un mensaje de parte del Colectivo: «Desde el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más nos solidarizamos con todas aquellas personas que han sido víctimas de graves violaciones a los derechos humanos y víctimas de crímenes de lesa humanidad. Continuamos con nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos, para que en Nicaragua nunca más hayan dictaduras violentas, nunca más los delitos y violaciones de derechos humanos queden en la impunidad y que la memoria histórica esté presente en todos los procesos, para que una vez que exista justicia transicional en nuestro país podamos mantener una democracia que respete los derechos y las libertades de todos y todas por igual».
Por su parte Núñez comentó que como Cenidh mantienen la posición de que «la mejor defensa de los derechos humanos no es la que hacemos los organismos o lo que pueden hacer instancias nacionales o internacionales, son valiosas porque son un acompañamiento importante, pero la mejor defensa de los derechos humanos es la que hace la persona misma cuando conoce sus derechos y sabe cómo defenderlos, porque está defendiendo algo propio».
«Mi mensaje como defensora de derechos humanos desde hace más de 60 años es decirle a la gente que se apropie de sus derechos, que cuando está demandando y exigiendo algo no está pidiendo favores, no tiene nada que agradecer, tiene que precisamente que reclamar esos derechos porque les pertenece», expresó Núñez.
Agregó que en la medida que la gente tome conciencia de eso podremos ir saliendo de la situación que vive el país y erradicando las causas que motivan estas violaciones. «Porque las violaciones a derechos humanos no ocurren solas, existe siempre una causa que la produce y la causa principal de estas violaciones en Nicaragua es precisamente la existencia de un régimen totalitario que prácticamente impulsa políticas violatorias de esos derechos, políticas contrarias a los derechos humanos», remarcó.
Los derechos humanos y la obligación de los Estados
El derecho internacional de los derechos humanos establece la obligación de los Gobiernos a actuar de una manera determinada o abstenerse de emprender ciertas acciones, para promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o de los grupos.
«Todos los países a nivel mundial y la comunidad internacional en general se comprometan a la defensa permanente de los derechos humanos y se comprometan a las libertades de todas las personas porque es necesario sean todos los derechos, para todas las personas, en todos los lugares», explicó Abarca.
Por su parte Núñez indicó que la existencia de normas nacionales y normas internacionales de derechos humanos que rigen la vida de las personas no son concesiones graciosas de ningún gobierno, ni de ningún experto, «nadie nos los ha regalado, son situaciones intrínsecas de cada uno y tenemos que buscar cómo conocerlos, promoverlos y defenderlos».