La conmemoración del Día de los Fieles Difuntos, que se realiza cada 2 de noviembre en Nicaragua, es reprimida por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que nuevamente priva a los nicaragüenses de ejercer su libertad religiosa. La Parroquia San Juan Bautista del municipio de Masatepe, del departamento de Masaya, a través de redes sociales informó que la tradicional homilía que realizan en la capilla el Calvario en honor a esta fecha, quedó suspendida “por orden de las autoridades”.
“La eucaristía de los fieles difuntos en el Calvario se suspende por orden de las autoridades y pasa a las 10:00 de la mañana en la parroquia”, confirmó el presbítero Julio Porras, a través de un aviso que compartió la tarde de este 1 de noviembre en las redes sociales de la iglesia San Juan Bautista de Masatepe.
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La capilla el Calvario está ubicada a lo interno del Cementerio Municipal de Masatepe y tradicionalmente la feligresía católica asistía cada 2 de noviembre a la misa en honor a los fieles difuntos y, luego se dirigían a remozar y visitar las tumbas de sus difuntos.
Persecución sistemática de la libertad religiosa
La abogada Martha Patricia Molina, investigadora de la persecución religiosa que se sufre en Nicaragua, en entrevista con LA PRENSA afirmó que varios sacerdotes del municipio de Masatepe fueron “visitados” por la Policía, entre el 31 de octubre y este 1 de noviembre.
Explicó que la visita incluyó la advertencia de que “no pueden realizar misas ni ninguna actividad religiosa en los cementerios”.
Molina apuntó que este es el segundo año, la primera vez fue en 2023, que el régimen ordena suspender la misa en honor a los fieles difuntos en la capilla del Calvario de Masatepe.
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La investigadora, en la quinta entrega de su informe Nicaragua, ¿una Iglesia perseguida?, divulgada en agosto pasado, señaló que el régimen orteguista entre abril de 2018 y julio de 2024 causó al menos 870 agresiones contra la Iglesia católica, 92 de estas en los primeros siete meses de 2024.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más —a través de su informe Seis años de represión a la libertad religiosa en Nicaragua, cronología de abusos y violaciones a los derechos humanos contra integrantes de las iglesias (2018-2024)— denunció esta semana que Nicaragua sufre la peor represión de su historia, señalando que “no existe parangón alguno que iguale los niveles de represión contra la Iglesia católica, así como evangélicos y otras expresiones religiosas”.
La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), en su informe ¿Perseguidos y olvidados?, en el que aborda la opresión contra los cristianos por su fe durante 2022-2024, ubicó a Nicaragua entre los 18 países del mundo que sufren una grave persecución religiosa, siendo Nicaragua el único país de América.