El politólogo Felix Maradiaga describió la recién aprobada Ley de telecomunicaciones convergentes como un nuevo instrumento de control social, que acerca a Nicaragua cada vez al modelo chino, el mayor aliado de la dictadura de Daniel Ortega. Tambien destacó el gran poder que se le otorga oficialmente al Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) en el control y la regulación de todo tipo de comunicaciones en el país.
Maradiaga manifestó que a pesar de que esta ley se presenta como un avance tecnológico, el verdadero propósito detrás de su implementación es intensificar el espionaje y la desinformación dirigida desde Telcor.
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La denominada “Ley general de telecomunicaciones convergentes” tiene por objeto “normar, regular, planificar, supervisar, fiscalizar y desarrollo del sector de las telecomunicaciones”. También dispone la planeación, administración, supervisión, control y gestión del uso y aprovechamiento de los recursos públicos del espectro radioeléctrico, recursos orbitales y recursos públicos de numeración.
Establece que le “corresponde a Telcor establecer medidas de restricción y prohibiciones a la internación de determinados equipos de telecomunicaciones que pongan en riesgo la seguridad nacional y/o los intereses de la república de Nicaragua”.
La Ley aborda todos los aspectos técnicos, regulaciones, control y registro del sector de las telecomunicaciones, que incluye telefonía, internet, televisión y radio.
El artículo 109, sobre obligación de proveer información, establece que “los operadores de servicios públicos de telecomunicaciones y proveedores de servicios de comunicaciones audiovisuales, están obligados a suministrar toda la información que le sea requerida, incluyendo información estadística y georreferenciada, en forma periódica o como resultado de requerimientos específicos de Telcor, en el ejercicio de sus facultades regulatorias”. “Para tal efecto, la información requerida deberá ser proporcionada, de forma detallada, exacta, veraz, oportuna y comprobable”.
El papel de Telcor desde 2018
Telcor, institución pública que regula las telecomunicaciones del país, ha sido utilizada los últimos años por el régimen orteguista para censurar a numerosos medios de comunicación televisivos y radiales..
Actualmente ,Telcor es dirigido por Nahima Díaz Flores, hija menor del jefe de la Policía de Nicaragua, primer comisionado Francisco Díaz, mismo que ha estado al frente de la represión armada y persecución de los opositores a Ortega los últimos seis años.
La hija de Díaz, con 33 años, pasó a ser la cabeza de Telcor en 2020, tras la muerte del anterior director Orlando Castillo, bajo cuya dirección comenzó la censura y cierre de radios y medios de comunicación televisivos desde 2018, año de la brutal represión armada contra las protestas civiles, que dejó más de 300 muertos, según organismos internacionales de defensa de derechos humanos.
Además la familia del jefe de la Policía está estrechamente relacionada con la familia del dictador Ortega. El comisionado Díaz es consuegro de Ortega debido a que su hija mayor está casada con un hijo de Ortega, lo que los hace familia.
El círculo de poder se cierra aún mas con los hijos de Ortega dirigiendo casi todos los medios de comunicación televisivos en Nicarauga: canal 2, canal 4, canal 8, canal 13 y el 6 que es el canal oficial del Estado.
Centro de espionaje
Maradiaga aseguró que Telcor ha funcionado como un centro de espionaje contra la población nicaragüense.
“Este organismo (Telcor) ha sido instrumental en la intervención de llamadas y grabaciones ilícitas, utilizando infraestructura para espiar a ciudadanos y disidentes. Además, Telcor ha servido de infraestructura para el lanzamiento de campañas de desinformación en redes sociales, estableciendo granjas de cuentas falsas que han buscado manipular la opinión pública en beneficio del régimen. Estas actividades fueron evidenciadas cuando empresas como Meta (Facebook) detectaron y cerraron masivamente cuentas falsas creadas y operadas desde Nicaragua, todas vinculadas a una red digital controlada por el régimen”, rememoró el politólogo.
También destacó la incidencia de Rusia y China –dos países que también están sometidos por regímenes autoritarios–, en el asesoramiento a la dictadura de Ortega en temas de seguridad y tecnología.
“Hay indicios claros de que regímenes extranjeros con avanzada capacidad tecnológica, particularmente China y Rusia, han proporcionado apoyo técnico para estas actividades. Rusia, por ejemplo, mantiene una base en Managua, desde donde podría estar asistiendo al régimen sandinista en el uso de tecnología de vigilancia y control digital”, explicó el politólogo.
China, uno de los más grandes aliados de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, es conocido en el mundo por usar métodos sofisticados para censurar el internet, principalmente para silenciar las críticas contra el régimen de Xi Jinping, actual líder del Partido Comunista Chino (PCCh).
El informe “Freedom on the Net 2024”, de Freedom House, sobre la libertad del internet en el mundo, ubica a China como uno de los peores entornos del mundo para la libertad de internet.
Nicaragua aún no está entre los países con más restricciones del internet
Maradiaga señaló lo curioso de que Nicaragua no haya recibido una calificación baja en la libertad del internet en el informe de Freedom House, por eso no figura entre los países más represivos del mundo en este ámbito.
Nicaragua tiene una puntuación de 41 que según el estudio la ubica entre los países parcialmente libres, mientras que Costa Rica, el otro país evaluado de centroamerica, está en el rango de países libres con 85.
El informe de Freedom House, sobre la libertad del internet en el mundo, deja ver la estrecha relación entre la censura del internet y los países con regímenes autoritarios. Cuba y Venezuela, también aliados politicos del régimen de Ortega y que comparten sus prácticas dictatoriales, tienen las peores calificaciones por las limitaciones y censura que imponen a sus ciudadanos en el acceso del internet.
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Para el politólogo, Nicaragua todavía es considerado un país “parcialmente libre” en el uso del internet, por la vibrante actividad digital de los nicaragüenses en el exilio.
“Este fenómeno refleja que el espacio digital nicaragüense es activo y diverso (pero) no gracias a una libertad interna, sino debido al compromiso de la diáspora y el exilio nicaragüense que, desde el exterior, continúa alzando la voz y generando contenido crítico contra el régimen”, valoró Maradiaga.
Por último, Maradiaga manifestó que la nueva de telecomunicaciones y el uso que se le ha dado a Telcor evidencian el objetivo del régimen: cerrar todos los espacios de disidencia y debate, incluso en el ámbito digital, donde el control del espectro radioeléctrico se vuelve más desafiante debido a la tecnología moderna.
“La intención del régimen es clara: restringir cualquier forma de expresión libre, ya sea en medios tradicionales, redes sociales o cualquier otro canal de comunicación, para garantizar su permanencia en el poder sin voces de oposición”, agregó.
Telcor con un gran poder
El presidente de la organización Hagamos Democracia, Jesús Tefel, coincidió con Maradiaga en que la nueva Ley de telecomunicaciones convergentes otorga a Telcor un “poder considerable” al permitirle solicitar a las operadoras de telefonía datos personales de los usuarios.
“Esta facultad incluye, potencialmente, acceder a contenido de mensajes, llamadas, ubicaciones y otra información sensible. En la práctica, esto abre la puerta para que se vigilen y controlen las actividades de los ciudadanos en el ámbito digital, lo cual plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad personal de los nicaragüenses”, valoró el opositor.
Tefel dijo que esto abre la posibilidad de que se bloqueen URL y páginas de medios digitales independientes, dificultando el acceso a información imparcial dentro de Nicaragua.
Ante esta situación, Tefel recomendó adoptar medidas de protección digital, como el uso de redes privadas virtuales (VPN) y herramientas de cifrado en sus dispositivos, para salvaguardar su privacidad y asegurar el acceso a fuentes de información confiables.
“Las VPN, por ejemplo, permiten a los usuarios conectarse a internet a través de servidores de otros países, lo que puede ayudar a evitar las restricciones locales de acceso a ciertos contenidos o plataformas. Estas herramientas pueden ser una vía crucial para garantizar que los nicaragüenses conserven su libertad de expresión y sigan accediendo a información no censurada en un entorno cada vez más restrictivo”, explicó Tefel, de profesión ingeniero industrial.
Restricciones a los creadores de contenido
La Ley de Telecomunicaciones Convergentes exige que todos los creadores de contenido en redes sociales soliciten una licencia a Telcor.
Para Tefel esto significa que influencers, publicistas, periodistas independientes y cualquier persona que monetice contenido digital, sin importar el tema que trate, debe obtener una autorización formal para operar.
“Si bien en un inicio podría parecer que solo afecta a quienes abordan temas políticos, esta regulación también aplica a creadores en áreas como turismo, entretenimiento, estilo de vida, cocina, entre otras, haciendo que todos estén bajo el mismo escrutinio estatal”, consideró Tefel.
Esta nueva regulación sobre los creadores de contenido y las capacidades de monitoreo que otorga a Telcor representa un desafío serio para la libertad de expresión y la privacidad digital en Nicaragua. Es imperativo que los ciudadanos estén informados y tomen precauciones para proteger sus derechos a la información, a la comunicación libre y a la privacidad en la era digital, dijo.