Por Nelly Ramírez Moncada
“Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.”
Julio Cortázar, Los amantes
Un lenguaje más allá del verbo hablado,
dulce contoneo
y miradas en copla.
Las antesalas del encuentro,
el abrazo en que se funden arrimados,
soledad compartida,
silencio húmedo,
Eros y Psique en su reino.
Ungüento de sus extremidades,
enardecidos por la inercia
y las horas en que se alejan,
extrañándose.
Sonrisas, gestos y posturas al teléfono,
lenguaje taciturno,
llega en verso sin declamarse.
Dulce murmureo, roces y ternura,
abrazos que regalan sin pedirse,
los besos robados del amante.
La complicidad para escucharse,
alegres, cansados, tristes o enojados:
Los Iluminados,
los que conocemos bien,
el sagrado silencio de los amantes.
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