Por Raúl Xavier García
Al llegar de la calle.
De allí donde nos veíamos siempre
Otra vez lo volví a pensar, más bien diría yo
a comprender, que no hay nada más que hacer.
Que tengo que beber el agua del río para olvidar.
Apartarnos, y lo más pronto sería mejor.
de todo lo que nos hace un daño irreparable
Y separar, allá lo falso, aquí lo verdadero.
Luego entregar libre y sereno lo que escriba.
Que es lo único que puedo yo hacer.
Con los años que pesan, que los llevo en los hombros
creo seguir viviendo.
Que es posible que cualquier buen vecino
no me niegue, una silla y una sombra en su casa
Y sentarme a ver pasar a los que nacen
Ellos tal vez no lo saben, ni lo oirán jamás decir
que todos debemos de conocer el camino.
Solo el sagaz y los más fuertes
no ruedan por tierra otra vez
a las alturas por haberse robado el fuego del amor.
ARS POÉTICA
Por Emilio Zambrana
Armonía en las entrañas. Atrevidos y sinuosos ritmos restañando sus anchas caderas en los pasillos. Asidos sus ojos a los míos, observando fecunda la intriga de una milenaria pasión. En la penumbra de las cerezas acontecidas y la manzana adánica aprisionada en mi mano, buscando tu boca para que muerdas mi sexo y ambos echados sobre el césped asomemos nuestro amor gimiendo la grandeza de la creación.
LOS HIJOS DE CAÍN
A José León Talavera, Benedicto Meneses
y Augusto Montealegre
Por Francisco de Asís Fernández
Los pecados de los hijos de Caín crecieron salvajes
y empezaron a aparecer en los árboles como los mangos, las serpientes y los dátiles,
en las hojarascas, en los ríos, debajo de las piedras, en las cuevas,
y tomaron formas esperadas e inesperadas,
con olores y sabores a carne íntima,
a ángeles llenos de impudicia,
a secreto de libertinas, a estado de sitio,
y los pecados ahora se caen de los cuerpos sobrecargados.
Somos un jardín de las delicias pintado por seres dichosos
y extenuados cuando el pecado hastía y lleva al suicidio o la locura.
Al pecado lo pusieron en el brocal del pozo de la sabiduría.
Bienaventurados los hijos de Caín que borraron el origen y la originalidad del pecado
y lo pusieron en el día a día de Sodoma y Gomorra,
en la avaricia de la propiedad privada y la soledad.
El pecado tiene vida propia.
Mantiene arrinconados a los hijos de Set y a las virtudes teologales
en templos, conventos y tugurios donde brillan discretamente la humildad y la pobreza.
Bienaventurado Abel que no conoció el pecado.
Bienaventurados los hijos de Caín que somos gratos a los ojos del Señor.
FOLCLOR LEONÉS
(No apto para menores de 7 años)
Por Jorge Eduardo Argüello
Por las noches todos van
bajo el repique de las doce
de la iglesia de San Juan. ..
Arrastran cadenas manchadas
de sangre esqueletos danzando.
Por las noches todos van
bajo el repique de las doce
de la iglesia de San Juan. . .
Caballeros de perillas
caminan endebles
dejando un perfume de desaliento.
Por las noches todos van
bajo el repique de las doce
de la iglesia de San Juan. . .
Sombras de sacerdotes
en forma de murciélagos
reflejando de las paredes
a carcajadas se doblan…
Por las noches todos van
bajo el repique de las doce
de la iglesia de San Juan.. .
Un poeta de levita con medallas
de estatura baja y barrigón
lleva botella de ron
y de sus palabras salen fuego.
Por las noches todos van
bajo el repique de las doce
de la iglesia de San Juan. . .
Políticos en solemne habladera
tratan de convencernos
siendo calaveras…
Por la noche todos regresan
en tremenda procesión
y en silencio
sin el sonar de las campanas
en mi casa entramos en oración.
Ver en la versión impresa las paginas: 10