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De los Clásicos

Diamond Classics es el espectáculo errante encargado de flexibilizar el acceso a la música selecta. Antologiza con criterio cordial y formativo, el concierto que quiere introducir. Desde luego escoge a los clásicos que no han sucumbido en el tiempo. Peregrina por distantes caminos, por el periplo de los siglos. Promueve arreglos especiales que llevan el objetivo de poner tenues caricias con sabor popular en las concepciones originales sin quebrantar el contenido, dando el dinamismo rítmico que quizá no tengan si la ejecución sigue las estrictas premisas del creador.

Por Joaquín Absalón Pastora

Diamond Classics es el espectáculo errante encargado de flexibilizar el acceso a la música selecta. Antologiza con criterio cordial y formativo, el concierto que quiere introducir. Desde luego escoge a los clásicos que no han sucumbido en el tiempo. Peregrina por distantes caminos, por el periplo de los siglos. Promueve arreglos especiales que llevan el objetivo de poner tenues caricias con sabor popular en las concepciones originales sin quebrantar el contenido, dando el dinamismo rítmico que quizá no tengan si la ejecución sigue las estrictas premisas del creador.

El montaje se ha hecho eludiendo la exclusividad instrumental que corresponde al violín, acompañándolo con el piano, una señorial y ampulosa mediación aliada. El piano ha sido uno de los más solidarios compañeros de esa cajita de resonancia con el mástil incorporado y el mágico clavijero que es el violín con sus cuatro cuerdas afinadas por quintas de donde brota la gama de sonidos, llevando la voz magistral, la reciedumbre protagónica, aguda, incisiva, y el piano custodiando su íntima y diminuta delicadeza con el proceso majestuoso de su gravedad, de su corpulenta soledad, en otras ocasiones el sujeto de la sonata escrita para su capacidad dinámica, para el derivado meticuloso de sus cuerdas, para la cobertura de sus matices. En la selección es el acompañante en la búsqueda y plasmación del equilibrio.

Thomas Furi (violín) y Gerard Wyss (piano) se han juntado en el “Bis” para darnos este concierto que ronda en los ambientes privados y públicos, incluso hasta donde la rigidez de las cifras es distraída por piezas gratificantes llenas del júbilo hacia adentro que no quiere trascender en la superficie anímica exterior del parroquiano, que se introduce mansamente a las casas urgidas del sosiego melancólico o de las notas escritas para el amor como las que hicieron Edgard Elgar (1857-1934) en “Saludo de Amor” (opus 12), Pyotr Ilytch Tchaikovsky (1840-1893), Fritz Kreisler en “Penas de Amor”, Ludwig Van Beethoven (1770-1827) en la Romanza para violín número dos, opus 50, Paolo Martíni en “Placer de Amor” y Robert Schumann (1810-1856) en sus versos bien colocados en la opus 94 Bien se ha dicho y con reiteración que el reconocimiento a Elgar fue tardío. Sin embargo, desde que su nombre comenzó a figurar en las grandes salas principalmente donde el arte marcial es seguido por tradición como ocurre en las civilizaciones donde hay tanta estima y veneración por la corona, este ha sido sólido y mantenido luciendo un nivel de estabilidad que no ha decaído. Puede decirse que en las figuraciones que él ha tenido aparece un Elgar nostálgico y lleno de unción, el otro yo de un inglés calcado en la ceremonia real.

Thomas Furi ha dejado de tocar las partitas para violín de Juan Sebastián Bach en los jardines, solo acompañado por el regodeo matinal de los pájaros. Estética tonal recreativa para el solista que se solaza en íntimo y placentero egoísmo.

El violinista en homenaje a la soledad monástica de Martíni en quien se especializa, vivió esa experiencia. Ahora ha renunciado a ella combinándose con su extrovertido compañero en el piano con el cual ha formalizado este dúo.

El violín anduvo en su evolución más rápida en los tiempos de Martíni. El diminuto universo del mástil se impuso a las antiguas violas, por los suficientes recursos expresados que tuvieron tanta notoriedad que generó a una familia que incluye a la viola moderna, al violoncello y al contrabajo.

La Prensa Literaria

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